El gerente de Estrategia e Innovación del INAC participó del Congreso Mundial de la Carne, en Maastricht, Países Bajos, donde integró el panel titulado Carne de origen celular, desafíos legales y de mercado.

“Hay que permitir la investigación y el desarrollo, y no permitir la producción para comercialización y venta”, dijo el gerente de Estrategia e Innovación del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Dr. Pablo Caputi, en relación a la carne cultivada. Caputi participó del Congreso Mundial de la Carne, en Maastricht, Países Bajos, donde integró el panel titulado Carne de origen celular, desafíos legales y de mercado. 

El ejecutivo de INAC dijo que esa fue una de las discusiones que estuvo sobre la mesa y que el país que lo tiene aprobado es Singapur. Estados Unidos lo “tiene bastante avanzado, aunque restan otras etapas”, y en la Unión Europea “todavía no se ha tratado, no se han solicitado las licencias porque tienen que demostrar una serie de cosas y es un alimento realmente especial”, comentó.

A propósito, puntualizó que “una cosa es investigación y desarrollo y otra es la venta al público. Lo que se tiene prohibido es la venta al público. Fue un diálogo interesante con las dos empresas. Una me pareció un poco más ajustada a lo que puede ser en el futuro, la otra empresa tuvo una posición más modesta, con un rol complementario, con algún nicho que puede estar interesado. Creo que hay lugar para todos siempre que no vaya en detrimento de la salud humana”, opinó.

“Los productores de alimentos en el mundo estamos muy convencidos de las razones éticas, ambientales y económicas para hacer lo que hacemos y respetamos a quienes las hacen distinto”

De esa instancia participaron dos jóvenes emprendedores que tienen startups sobre células cultivadas, uno para hamburguesas –similar a la carne vacuna– y el otro sobre carne de cerdo. “Estuvo interesante, despertó mucho interés la presentación. Están en fase experimental, justo en Uruguay se está discutiendo en este momento. En una punta está Singapur y en la otra, como país natural, quedó Uruguay”, detalló.

Durante el panel Caputi comentó que “los productores de alimentos en el mundo estamos muy convencidos de las razones éticas, ambientales y económicas para hacer lo que hacemos y respetamos a quienes las hacen distinto”.

La participación de Mattos

La delegación de Uruguay fue encabezada por el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, y también la integraron los miembros de la junta directiva del INAC Eduardo Urgal (Cámara de la Industria Frigorífica) y Fernando Gómez (Federación Rural), entre otros. 

“Varios de los países se acercaron para decirle (a Mattos) que estaban disponibles para ayudar a Uruguay, por la firmeza del discurso”. 

Caputi destacó la participación del ministro Mattos en el Consejo Mundial, “que es algo inusual, y tuvo un espacio de presentación muy fuerte, con una acogida muy buena. Varios de los países se acercaron para decirle que estaban disponibles para ayudar a Uruguay, por la firmeza del discurso”. 

“Los que producimos alimentos no podemos tener una posición vergonzante, porque producimos, creo que tenemos que tener un gran orgullo y defender nuestro punto de vista. El ministro Mattos lo hizo muy bien”, consideró. 

Uruguay no es pequeño sino despoblado

El gerente de Estrategia e Innovación del INAC recordó que Holanda ha tenido una tensión agropecuaria muy grande. “El fuerte de ellos es la producción lechera, no la de carne vacuna, si lo es de carne de cerdo. Con respecto al tamaño de Uruguay, yo decía que Singapur entra en Montevideo y los Países Bajos, además de Israel y nos queda espacio todavía para meter a Suiza (en el territorio uruguayo). Creo que nos somos un país pequeño, somos un país despoblado”.

Señaló que si esos países estuvieran dentro del territorio uruguayo la población sería de 45 millones de personas. “Eso sería una presión importante”, porque “Uruguay tiene 3,5 millones y estamos en el otro extremo de la despoblación. Eso tiene toda una serie de consecuencias a niveles ambientales, económicos y sociales”, planteó.

El error de Europa

Caputi consideró que “el centro de la tensión es el diálogo con la sociedad. Me parece que Europa está encarando mal las cosas. El diálogo con la sociedad no está fundamentado en ciencias y ellos mismos tienen muchas diferencias internas. Lo que estamos viendo es el error de las políticas de subsidios. Es decir, Europa en vez de aceptar, hace 30 o 40 años que iba a tener que competir con el resto y dejar que sobrevivan las empresas que genuinamente podían hacerlo. Optó por prácticamente autoabastecerse 100% o dejar un mínimo ingreso”.

Explicó que esta política de subsidio en el largo plazo “produce un decaimiento”. Y preguntó: “¿A qué generación de jóvenes farmers le va gustar ver a sus padres vivir toda la vida del subsidio? ¿Qué proyecto de vida puede ser ese para él? Ninguno. Europa ha perdido la adrenalina, que está, como debe ser, en América Latina, Asia y en África del Norte”.

Caputi también se refirió a la reciente edición de la feria de alimentación de Anuga, en Alemania. 

Escuche la entrevista:

 

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