La medida fue diseñada para recomponer reservas de divisas del Banco Central.

El gobierno argentino anunció este jueves 23 rebajas temporarias de las retenciones a las exportaciones de granos hasta el 30 de junio.

La medida de reducción temporaria de alícuotas de derechos de exportación para los principales productos agroindustriales argentinos representa un alivio para las empresas agrícolas, pero también está diseñada con el propósito de incrementar las reservas internacionales del Banco Central.

El ministro de Economía, Luis Caputo, optó por “matar dos pájaros con un solo tiro” al descomprimir los crecientes reclamos presentes en el agro y buscar una alternativa para sumar reservas internacionales en un escenario global complejo.

Según anunció el gobierno que preside Javier Milei, las retenciones a la soja pasarán de 33% a 26%, mientras que sus derivados de 31% a 24,5%. Los cereales trigo, cebada, sorgo y maíz tributarán 9,5% en lugar de 12%, al tiempo que el girasol bajará de 7% a 5,5%.

Al establecer una medida de carácter temporal, Caputo busca promover un mayor caudal de ventas, tanto del remanente de la cosecha 2023-2024 como la que viene en camino (2024-2025).

Las retenciones a la soja pasarán de 33% a 26%, mientras que sus derivados de 31% a 24,5%. Los cereales trigo, cebada, sorgo y maíz tributarán 9,5% en lugar de 12%, al tiempo que el girasol bajará de 7% a 5,5%.

Para poder acceder a la rebaja de alícuotas, los agroexportadores tendrán que registrar las operaciones con un DJVE especial que contempla el pago adelantado de derechos de exportación luego de cinco días hábiles de declarada la operación ante la Secretaría de Agricultura, tal como sucede actualmente con los DJVE-360 que se emplean para contar con un plazo de embarque de un año.

El dato es que el nuevo DJVE con rebaja de retenciones también obligará a las agroexportadoras a liquidar las divisas de la operación en cuestión luego de 15 días hábiles de declarado el embarque, lo que representa una exigencia financiera para las compañías.

En noviembre del año pasado el gobierno había flexibilizado las exigencias cambiarias vigentes para empresas agroexportadoras a causa del incremento registrado de las reservas internacionales. De esa manera, el plazo máximo para liquidar agrodivisas fue fijado en 30 días.

Ahora esa medida vuelve, con el nuevo DJVE, a reducir el plazo a 15 días debido a la urgencia por hacerse de dólares ante la necesidad de intervenir en el mercado cambiario para contener la “brecha” existente entre el tipo de cambio oficial y el valor del dólar negociado en mercados bursátiles (MEP y CCL).

Por lo tanto, la medida anunciada representa tanto un alivio temporario para los productores agrícolas como para las autoridades del Banco Central argentino, dado que, con ventas de granos concentradas en el primer semestre del año y una reducción del plazo de ingreso de agrodivisas, tendrían mayor disponibilidad de dólares para gestionar la política cambiaria.

 

Fuente: Valor Soja.

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