El empresario afirmó que la situación de Grupo Larrarte y República Ganadera “no es por la ganadería ni por el sistema, es por el mal manejo de quienes hacen la herramienta”; también se refirió al acuerdo de pago de los frigoríficos Rosario y Lorsinal con sus acreedores.

“No es por la ganadería ni del sistema en sí, es por el mal manejo de quienes hacen la herramienta”, dijo el empresario Gerardo Zambrano en entrevista con Agronegocios Sarandí, al ser consultado sobre la situación de empresas que promueven la inversión en ganadería, como Grupo Larrarte y República Ganadera.

El presidente de Zambrano & Cía comentó que varios clientes que intentaron invertir en el rubro a través de su empresa ahora le solicitaron ayuda para recuperar su capital. “Nos están pidiendo ayuda y estamos tratando de ayudarlos”, dijo.

Aclaró que “no es que tengamos soluciones, pero sí queremos dejar bien calificado y clasificadas los distintos sistemas que están operando, sobre todo identificando a quiénes están operando en volúmenes importantes”.

Consideró que “lo que hay que hacer es una puesta a punto, un ordenamiento de algún tipo de cosas, pero las responsabilidades son de quienes hicieron estas herramientas”, enfatizó.

Por otra parte, también se refirió al acuerdo de pago con los frigoríficos Rosario y Lorsinal, que le pertenecen al grupo chino Sundiro. “Prácticamente el 90% de los acreedores están alineados en cobrar el 60% en distintas etapas”, dijo.

El empresario también analizó el cierre del año y las perspectivas para 2025. A continuación la entrevista.

Estamos viviendo un clima de negocios que por un lado es muy bueno y por el otro con ciertas incertidumbres, ¿cómo ve la situación?

Ha sido un año que ha venido de menos a más y estamos cerrando y terminando realmente bien en todos los aspectos.

Todo el sector agropecuario depende mucho del clima. Teníamos anunciada una Niña que por suerte no vino, sino todo lo contrario. Esa ha sido de las cosas que más beneficiaron a la producción en un momento muy oportuno, como la primavera.

A eso le sumamos los mercados internacionales que han reaccionado en los valores de la carne. Lo hemos visto a nivel de todos los mercados.

Vemos a las exportaciones de Uruguay divididas en tercios: China, Estados Unidos y la Comunidad Europea. Hay un buen equilibrio en ese aspecto.

Hay buenos valores para el ganado gordo y para la reposición. Siempre el pasto inflaciona bastante, y creo que hay algo de eso también, por lo cual hay que tomar las cosas con pinza.

Plaza Rural la semana que viene tiene un remate importante, que va a ser el último del año. Después ya la oferta se corta.

En cuanto a lo productivo, al rendimiento y a las perspectivas, el cierre de año ganadero es muy bueno.

En la industria hay preocupación por la falta de ganado que podrá haber el año que viene por la exportación de ganado en pie, ¿cómo ve las perspectivas a mediano plazo?

Creo que las perspectivas son buenas para el año que viene. Hay que tomar en cuenta que el comienzo de este año no fue bueno, en ningún aspecto, uno a veces se sorprende un poco, pero me parece que debería ser más normal, por la necesidad de carne en el mundo y por los valores de la carne uruguaya.

Las perspectivas para adelante son buenas, sin duda, por el consumo, y por la baja en la producción de Estados Unidos. Este es un mercado que ha estado empujando (la demanda), con valores realmente destacados y donde tenemos acceso, a pesar de los aranceles. Hemos colocado de una manera importante.

Pero Uruguay tiene que aumentar su stock, estamos con la misma cantidad de ganado hace años, décadas. Creo que Uruguay tiene un potencial de crecimiento muy importante. Hay una capacidad de faena que da para mucho más de las 50.000 reses (semanales). Hay una capacidad industrial ociosa.

Hay un montón de factores a estimular, y en la ganadería la exportación en pie es un estímulo para el primer eslabón de la cadena productiva. Siempre digo que los 3 millones de terneros, que era el objetivo, podrían ser buenos o podrían ser malos, dependiendo de la extracción, tanto a nivel de la industria frigorífica como de la exportación en pie.

«Uruguay tiene que aumentar su stock, estamos con la misma cantidad de ganado hace años»

Por lo tanto, la exportación en pie es un estímulo para el valor del ternero, para el criador, que siempre fue el eslabón de la cadena más perjudicado.

Además, se viene bajando la edad de faena y aumentando los kilos de carne producidos. Creo que todo eso está bien.

Después hay un problema de competitividad, de costos, muchos problemas todavía por resolver a nivel local. Y ni que hablar de los problemas para resolver en la inserción a mercados internacionales. Los aranceles que estamos pagando no son los más competitivos al compararlos con los que pagan los países que compiten con nosotros en esos mercados.

O sea que la perspectiva es buena, aunque hay cosas para solucionar, tanto a nivel local como internacional.

¿Cómo queda el clima del negocio ganadero, de las inversiones, con toda esta situación de algunas empresas de capitalización de ganado, como Grupo Larrarte y República Ganadera? ¿Cómo afecta esto al negocio?

Lo analizo con preocupación, porque es algo que tiene que ser simple comercialmente hablando, con rentabilidades razonables, pero se ha distorsionado.

Tenemos, ustedes saben, el Agro Bono, Agrocapital se llama ahora, para inversores en ganado, con el respaldo de los propios ganados. También tenemos algunos fideicomisos agrícolas que hacemos con seguros preestablecidos. Y ahora estamos con un proyecto de Agrocapital para la compra de tierra para la producción de madera de calidad. En fin, son inversiones bien hechas, bien armadas, bien contractuadas. Esos negocios son totalmente buenos, genuinos y oportunidades para los inversores.

Pero el mal manejo, las malas condiciones o el desconocimiento, como pasó con Grupo Larrarte, que de repente aseguraban rendimientos de intereses que no eran lógicos en el esquema de explotación que ellos hacían. Y en el caso de República Ganadera, por más buena intención que tengan los directores, el manejo del negocio en sí, con cifras realmente exorbitantes como estamos escuchando, así como de alguna otra empresa. Este sistema ha estado complicado y perjudicando.

«He estado hablando bastante con respecto a ordenar, entre comillas, o por lo menos analizar a fondo quiénes están operando»

Es una preocupación para todos los que estamos dentro del negocio. Es como cualquier otro negocio mal manejado. No es por la ganadería ni del sistema en sí, es por el mal manejo de quienes hacen la herramienta, y lamentablemente el mal asesoramiento de quienes utilizan esa herramienta, tentados por intereses que de repente no suenan como reales.

Así que preocupación hay mucha, creo que hay un movimiento. He estado hablando bastante con respecto a ordenar, entre comillas, o por lo menos analizar a fondo quiénes están operando.

Hay inquietud a nivel del gobierno, del Banco Central, del Banco República. Hay varios factores de inquietud que están latentes. Ya hemos tenido algún contacto.

No, es que tengamos soluciones, pero sí queremos dejar bien calificado y clasificadas los distintos sistemas que están operando, sobre todo identificando a quiénes están operando en volúmenes importantes, como estos que hemos estado viendo. Nos han sorprendido los volúmenes que se han manejado, sobre todo los de República Ganadera.

Hay preocupación, pero no le hacen mal al negocio en sí, no lo descalifican para nada. Lo que hay que hacer es una puesta a punto, un ordenamiento de algún tipo de cosas, pero las responsabilidades son de quienes hicieron estas herramientas.

¿Estas empresas podían pagar esas rentabilidades que prometían?

Estuve mirando los contratos y realmente es increíble que la gente los haya firmado conscientemente, porque no la protege en absolutamente nada.

La confianza se crea en el tiempo, en las realidades, en los hechos y en la trayectoria. En ese aspecto por suerte la tenemos, no hemos tenido consultas de nuestros inversores por ningún tipo de inquietud. Evidentemente eso nos da tranquilidad en todo aspecto. No tenemos absolutamente ninguna dificultad. Sabemos cómo hacemos las cosas.

Muchos inversores nos llaman y nos piden que los aconsejemos, porque no le dábamos cabida en el sistema nuestro, porque no teníamos las oportunidades.

Para que el negocio fuera bueno para las dos partes, tanto para el dueño del campo como para el dueño de la plata, tenía que ser lógico y con la rentabilidad adecuada.

Entonces, esos mismos clientes nuestros participaban en estas otras empresas y que han tenido dificultades. Nos están pidiendo ayuda y estamos tratando de ayudarlos.

No digo que esto sea normal, pero pasa en todos los rubros, no pasaba a nivel de del sector agropecuario porque no había estos sistemas de inversores de la ciudad, que de alguna manera invertían en algo agropecuario, como pueda ser la ganadería.

«La confianza se crea en el tiempo, en las realidades, en los hechos y en la trayectoria»

Insisto en que hay que ordenar las cosas, y la confianza es lo que va a seguir prevaleciendo.

En el sector agropecuario, en términos generales, es más importante la palabra que cualquier papel. Históricamente, quizás en la época moderna no es tanto como cuando arrancamos, pero sigue estando la palabra por encima de cualquier documento. Y evidentemente la confianza y el buen manejo también. Y tampoco hay que tentarse, porque el dulce pica los dientes.

Hay que estar atentos y dar la tranquilidad y la garantía que los inversores precisan.

Otro tema importante en estos días es el acuerdo de pago con los frigoríficos chinos, Rosario y Lorsinal, ¿en qué está esa situación?

Ese ha sido un trabajo bastante arduo. Somos de los principales acreedores, y por suerte hemos ido buscando soluciones con medidas, como la presentación a un concurso (de acreedores).

Ahí apareció la reacción de los grupos chinos. Se han hecho muchas reuniones, juntando a los acreedores. Prácticamente el 90% de los acreedores están alineados en cobrar el 60% en distintas etapas. Vuelvo a Uruguay el lunes 9, ahí se va a empezar, si están todos de acuerdo, con el levantamiento y que se archive el concurso.

Ya se pagaría ese primer 25%, después hay otro 25% para para enero y el 10% restante para llegar al 60% se va a hacer antes de marzo.

La poca respuesta de la parte china ha sido una complicación, un trabajo muy arduo en el que he participado.

La plata había venido, llegaron U$S 3 millones y por el Banco República y no había la certeza de dejar entrar la plata, se hizo un estudio hasta con un grado 5 en Lavado de Activos y pasó las pruebas. La plata entró y todo va caminando.

Esto no es lo ideal ni mucho menos, pero bueno, por lo menos se va a salir de una situación realmente muy compleja, porque en principio todo estaba perdido y ahora va a haber algo.

Hay problemas que vamos a ir tratando de solucionar, en la medida que nos corresponda o que estemos de alguna manera vinculados. Pero bueno, creo que son noticias buenas dentro de las malas, así que hay que seguir trabajando.

Sabemos del riesgo del negocio, somos totalmente conscientes, porque ya lo hemos vivido. En lo personal, desde que empecé esta compañía, en 1989, cuando Ramón Fernández se quitó la vida. Ahí ya empezaron los problemas con los frigoríficos y el endeudamiento, así que experiencia tenemos, buenas, malas y regulares. Estamos bastante acostumbrados.

Escuche la entrevista:

 

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