Utilizando la metáfora de la rana que es hervida sin darse cuenta, la Federación Rural emitió una comunicación para denunciar que el actual escenario de un dólar atrasado sostenido y la carga financiera acumulada están afectando gravemente al campo.

Asimismo la entidad dice que esta situación representa un llamado urgente: si no se actúa con rapidez los daños podrían volverse irreversibles.

En el trabajo difundido este viernes 27, se precisa que entre 2014 y 2021, el endeudamiento promedio del sector ganadero fue de U$S 670 millones, mientras que en los últimos tres años se elevó a U$S 1.104 millones.

Por ello, asegura la Federación Rural, es imprescindible avanzar hacia una gestión más cuidadosa, predecible y transparente del mercado de cambios en Uruguay.

También advierten que se requieren políticas compensatorias y regulatorias que contribuyan a preservar la competitividad y la sostenibilidad del sector ganadero

Lo que sigue es el documento difundido por la entidad que preside el Ing. Agr. Rafael Normey, que además, en su cuenta de twiter, aseguró que “sin competitividad no hay crecimiento económico posible”.

EL CAMPO Y LA FÁBULA DE LA RANA HERVIDA

Si colocas una rana en una olla con agua hirviendo, saltará de inmediato para escapar del peligro. Pero si la colocas en agua a temperatura ambiente y calentás el agua lentamente, la rana no notará el peligro. Se adaptará poco a poco al aumento de temperatura, hasta que sea demasiado tarde….

Esa es la situación del campo uruguayo frente a un dólar atrasado en el que está sumido el país desde hace ya tres años.

Un problema estructural de nuestra economía, cuya gravedad se disimula momentáneamente gracias a mejoras transitorias en los precios internacionales o a grandes flujos de inversión impulsados por exoneraciones tributarias —beneficios a los que el productor nacional no accede.

Entre 2011 y 2021, la relación Dólar/UI mostró una estabilidad relativa, con períodos de suba y baja respecto al promedio del período que, en el largo plazo, tendían a compensarse, aunque los períodos con dólar atrasado tienden a ser mas largos con respecto al período de compensación.

Desde 2004 a 2011 el peso se fortaleció gradualmente contra el dólar, como reflejo de la recuperación de la economía post crisis 2002 (ver comunicado Marzo 2024), es a partir de 2011 que el dólar se estabiliza en torno a este punto medio

Este comportamiento reflejaba un equilibrio intertemporal: si bien existían momentos con dólar atrasado, estos eran generalmente corregidos más adelante, evitando un desalineamiento prolongado del tipo de cambio. Sin embargo, a partir de 2022 este patrón se quebró.

El deterioro ha sido sistemático y sostenido, sin señales de corrección. La relación Dólar/UI muestra una caída persistente, señalando un atraso acumulado del dólar que afecta especialmente al sector agropecuario de la economía.

COSTO FINANCIERO ESTIMADO: USD 1 .000 MILLONES

En los últimos 3 años, los productores ganaderos asumieron un sobrecosto de USD 1.000 mill. por el manejo discrecional del tipo de cambio nominal. Esta cifra es conservadora, ya que no incluye todos los desajustes de costos internos en la cadena cárnica — como transporte, logística y otros—que se trasladaron en dólares, aumentando aún más la carga sobre el productor. Ejemplo concreto: tarifas del Puerto de Montevideo (Ag. 2023), +13% en USD. Esto significó que el productor pagó mucho más por el procesamiento y exportación de su carne, sin compensación por un dólar atrasado.

En cuanto a los productores agrícolas, según datos de la Cámara Mercantil, el precio de la soja en enero de 2022 era de 501 USD/Ton. A junio de 2025, la cotización descendió a 361 USD/Ton, lo que implica una caída del 28%.

En el mismo período, el índice Dólar/UI se redujo un 22%, lo que significa que se necesitan más dólares para mantener el mismo poder adquisitivo en términos reales

Esta doble pérdida —baja del precio de exportación y deterioro del tipo de cambio — representa una pérdida combinada para los productores del orden del 42%.

El siguiente cuadro estima el costo de dicho desvío

Este desvío se calcula tomando como referencia un tipo de cambio que corrige el desvío hacia el punto medio del largo plazo, tal como se verifica en los primeros 10 años del análisis.

Al aplicar este mismo enfoque al período 2011-2021, el desvío del tipo de cambio resulta nulo, dado que el dólar tiende a corregir, en el mediano plazo, la apreciación forzada del peso uruguayo. Medido en dólares por cabeza, dicho sobrecosto está en torno a los USD 180 por cabeza.

CONCLUSIÓN

Este escenario de dólar atrasado sostenido y la carga financiera acumulada están afectando gravemente al campo uruguayo. La metáfora de la rana hervida representa un llamado urgente: si no se actúa con rapidez los daños podrían volverse irreversibles.

El incremento del endeudamiento del sector en los últimos años refleja —y es consecuencia directa— de un manejo discrecional del mercado cambiario.

Entre 2014 y 2021, el endeudamiento promedio del sector ganadero fue de USD 670 millones, mientras que en los últimos tres años se elevó a USD 1.104 millones

Por ello, es imprescindible avanzar hacia una gestión más cuidadosa, predecible y transparente del mercado de cambios en Uruguay.

Asimismo, se requieren políticas compensatorias y regulatorias que contribuyan a preservar la competitividad y la sostenibilidad del sector ganadero.