El coordinador de Ganadería de Fucrea, Ing. Agr. Gonzalo Ducós, confirmó que el incremento de producción en verano se vio disminuido por una “muy mala performance en otoño”; de todos modos, el porcentaje de preñez de las empresas Crea fue récord, alcanzando el 89,7%.
“En Fucrea hacemos un diagnóstico rápido, con un tablero de control, que muestra cómo están los grupos, cómo están las empresas. Vemos que la gente está preocupada, que los resultados no son buenos, que tenían mejores expectativas a lo que estamos concretando”, comentó en entrevista con Agronegocios Sarandí el coordinador de Ganadería de Fucrea, Ing. Agr. Gonzalo Ducós.
Agregó que “estamos saliendo de un año en el que llovió mucho y esperábamos tener muy buenos resultados, pero por cómo se dieron las cosas, no fue así”.
Al comienzo de la entrevista sentenció que “volvemos a sumar un año malo desde el punto de vista del resultado de las empresas ganaderas”. Recordó que el año pasado hubo una sequía muy importante, y “es increíble que un año después hayamos tenido precipitaciones tan marcadas, sobre todo en el otoño y el inicio del invierno”, comentó.
Admitió que en diciembre se esperaba que el clima fuera benevolente para la producción de pasto, y eso impactaría positivamente en la producción de carne vacuna por hectárea, algo que ocurrió, y en marzo hubo terneros más pesados que en un año promedio y con las vacas de cría en “muy buen estado”.
“Estamos saliendo de un año en el que llovió mucho y esperábamos tener muy buenos resultados, pero por cómo se dieron las cosas, no fue así”
Sin embargo, en marzo, abril y mayo, hubo lluvias “muy importantes, mala producción de pasturas, pastos con poco sol, de bajo valor nutritivo, problemas de confort para el ganado, salir al campo y ver al ganado echado bajo el sol era algo difícil”, y en ese contexto las ganancias de peso del ganado “no fueron buenas”.
Ducós señaló que “si no estuvieran los corrales para proveer (de ganado a) las faenas altas que tuvimos, tendríamos un problema gigantesco en Uruguay, porque ganados prontos de campo, de verdeos y praderas, especiales, hay pocos, porque está todo retrasado”.
Por lo tanto, el ejercicio ganadero 2023-2024 se cierra con una producción de carne algo superior a la de un año promedio, producto del escenario climático en verano. Además, bajaron los costos, porque la buena producción forrajera en primavera y verano permitieron bajar los gastos en suplementos de destete precoz, por ejemplo.
“Tuvimos precios malos por el gran componente de venta sobre la primavera del año pasado, y todo eso redondea en un ejercicio que va a ser normal o por debajo de la media de los últimos cinco años”
Los precios corrigieron sobre fines de mayo y el inicio de junio. “Tuvimos precios malos por el gran componente de venta sobre la primavera del año pasado, y todo eso redondea en un ejercicio que va a ser normal o por debajo de la media de los últimos cinco años”, señaló Ducós.
En cuanto al escenario económico señaló que el dólar estuvo “muy deprimido”, algo que “complica las cuentas generales de las empresas” del sector agropecuario.
La oferta de ganados de pasturas está lejos
“Esperamos que la oferta de ganados especiales se regularice bien entrada la primavera, porque todos los stocks de recría o invernada pesan 30 o 40 kilos menos de lo previsto para este momento”, sostuvo el coordinador de Ganadería de Fucrea.
Entonces, “si uno piensa que a partir de agosto los verdeos y las pasturas empiezan a empujar y tendremos muy buenas producciones y performances animales, salimos de un plafón más bajo al esperado”, agregó.
“Esperamos que la oferta de ganados especiales se regularice bien entrada la primavera, porque todos los stocks de recría o invernada pesan 30 o 40 kilos menos de lo previsto para este momento”
Además, señaló que para que los ganados gordos especiales de campo aparezcan deberá entrar “la primavera que esperamos, con buena climatología, con temperaturas más elevadas y con buen régimen de agua”.
Se viene una “muy buena” parición
Ducós destacó que la ganadería va hacia un ejercicio con “muy buena parición”. A propósito, señaló el resultado del Taller de evaluación de diagnósticos de gestación vacuna del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), en Treinta y Tres, que fue del 84,1%. E informó que en Fucrea se hace un trabajo similar, donde se alcanzó un “récord de 89,7% de preñez”.
“Esto abre la expectativa de producción de terneros muy importante, que va a poner en el mercado del año que viene una gran oferta, y ahí veremos cómo juega la exportación para darle sostén al piso del valor del ternero; cómo juega el año para que la recría pueda absorber esa oferta; cómo se hace la siembra de pasturas, de verdeos, la recomposición de la base forrajera que todavía no se dio, a posterior de la seca del año pasado y todavía no se han sembrado todos los planes de siembra de pasturas que se tenía, sobre todo de praderas perennes”, comentó.
Planteó que “hay una incertidumbre importante”, al referirse a la demanda que podrían tener esos “3,2 millones de terneros que esperamos que haya”. De todos modos, enfatizó que son “bienvenidos”, pero que habrá que trabajar y planificar.
“Esto abre la expectativa de producción de terneros muy importante, que va a poner en el mercado del año que viene una gran oferta, y ahí veremos cómo juega la exportación para darle sostén al piso del valor del ternero”
Se refirió a trabajos que concluyen que si un sistema criador no tiene más de 0,5 vacas entoradas por hectárea de campo natural y no se preña al menos el 80% “no se es capaz de pagar una renta”.
“No tengo idea qué va a pasar si hay una gran oferta de terneros, pero si no produzco eso no seré económicamente viable, porque no soy capaz de remunerar los factores de producción, ni de la tierra ni del capital que le pongo arriba para trabajar”, sostuvo. Entonces, “si no tengo una cría que realmente destete y marque 0,8 terneros (por hectárea) de 160 kilos, estoy fuera del negocio o lo estoy subsidiando de alguna manera”.
De todos modos, dijo que a esos 3 millones de terneros “los precisamos”, y que “después está todo bastante armado para que las recrías los puedan absorber”.
El corral y la nueva ganadería
Ducós también observó que, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), “se han faenado menos novillos de corrales”, pero puntualizó que “son corrales registrados”, planteando que “hay muchos más ganados suplementados a corral, y siguen creciendo”.
El ingeniero agrónomo opinó que esto le “abre las puertas a una nueva ganadería, que hay que empezarla a pensar, en manos de quiénes tienen que estar los corrales”. Consideró que los corrales de engorde “son una ventana de oportunidad para dinamizar a la ganadería aún más de lo que se ha dinamizado, porque sino es como dice el asesor Santiago Gómez de Freitas: estamos jugando a las vacas, porque la rentabilidad no está”.
“La carne de alto valor es la carne terminada a grano, y Uruguay tiene la oportunidad de seguir creciendo allí, además de seguir dinamizando las recrías e invernadas a pasto”
A propósito, explicó que “tenemos un patrimonio sideral invertido por hectárea”, pero que la rentabilidad de ese patrimonio “no la estamos viendo”. “Es ponernos a pensar en modo de rentabilidad de los activos, qué está pasando con nuestro negocio ganadero, que no solo tiene que ser lindo sino que tenemos que hacer plata, y no está mal hacer plata y hablar de eso para poder vivir; porque sino es un negocio que no tiene buenas perspectivas, no es sano, no es lucrativo”, sostuvo.
Señaló que “la carne de alto valor es la carne terminada a grano, y Uruguay tiene la oportunidad de seguir creciendo allí, además de seguir dinamizando las recrías e invernadas a pasto”. Planteó que hay que ver a la ganadería como “una cadena integrada hacia mayores producciones, en búsqueda de mayores rentabilidades y oportunidades de negocios”.
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