Todo hacía pensar que este año agrícola que termina al cierre de junio Argentina cumpliría por primera vez en años con su cuota Hilton con la Unión Europea. Era un deseo expreso del presidente Mauricio Macri que, aparentemente, no se podrá cumplir. El siguiente artículo de Bichos de Campo, el reconocido portal que dirige el periodista Matías Longoni realiza un análisis de las razones que pueden frustrar una bandera de la exportación cárnica argentina. Lo compartimos.

Cada año, la Unión Europea (UE) distribuye entre seis países un beneficio arancelario para importar carne bovina de calidad conocido como Cuota Hilton. De las 55.326 toneladas totales, la Argentina sola recibe el 53,3%, es decir 29.500 toneladas. El resto se reparte entre Brasil (10.000 toneladas), Australia (7.150), Uruguay (6.376), Nueva Zelanda (1.300) y Paraguay (1.000).

Desde hace diez años, licenciado Guillermo Moreno mediante –nota de editor: pope de la administración anterior desde la Secretaría de Comercio-, la Argentina no puede aprovechar del todo su cupo, y en varios períodos se quedó con alrededor de un tercio de la cuota sin enviar.

Desde hace diez años, la Argentina no puede aprovechar del todo su cupo, y en varios períodos se quedó con alrededor de un tercio de la cuota sin enviar

Este año (2017/18, pues los años agrícolas se cuentan de julio a junio de cada año) el sector venía amagando con romper la maldición de los incumplimientos de la Hilton.

El Gobierno empujó mucho para que así fuera. Desde el vamos quitó el 15% de retenciones, terminó con los permisos de exportación digitados y corrigió el dólar. Luego empezó a devolver montos adeudados de la gestión anterior, incorporó reintegros a la exportación, repartió la Hilton en tiempo y forma y reasignó la parte de quienes no podían cumplir su alícuota. Hasta Mauricio se sentó a las reuniones de la Mesa de la Carne.

La industria respondió. Para enviar 29.500 toneladas en un año hace falta un ritmo promedio de 2.458 mensuales. Entre julio de 2017 y enero de 2018, los frigoríficos venían despachando Hilton a razón de 2.423 toneladas mensuales promedio. Faltaban chirolas.

Pero luego los precios en la UE cayeron, la demanda de los importadores se volvió lenta y antojadiza, y los resultados se vieron en febrero: de acuerdo con datos recientes de la Comisión Europea, arribaron ese mes solo 1.792 toneladas de cortes Hilton argentinos (casi en su totalidad conformadas por lomo, cuadril y bife angosto), un 34% menos que el mes previo y un 26% menos que el promedio mensual que se venía registrando.

Así las cosas, para alcanzar ese objetivo con tanta carga simbólica como es el de cumplir la Hilton, hace falta ahora mandar 10.745 toneladas en tres meses y pico (ya que en junio el normal envío en barco queda limitado por la proximidad del cierre del plazo).

para alcanzar ese objetivo con tanta carga simbólica como es el de cumplir la Hilton, hace falta ahora mandar 10.745 toneladas en tres meses y pico

Para peor, en marzo la demanda europea no está levantando y encima Israel (país que prefiere los cortes del cuarto delantero y así es el complemento ideal del negocio de la Hilton, que es exportar el cuarto trasero), no está faenando porque las cuadrillas de rabinos que certifican el kosher, como todos los años,  se volvieron por un mes a su país para festejar las pascuas judías. Veremos.

Fuera de la Cuota Hilton, las exportaciones de cortes vacunos frescos y congelados y carne procesada alcanzaron 21.279 toneladas en febrero pasado.

Este volumen es un poco menor que el de enero (cuando se habían despachado 22.710 toneladas), pero estuvo 46% por encima del de febrero de 2017, de acuerdo con información del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). China nuevamente se llevó un poquito más de la mitad.

Considerados en divisas, esos despachos facturaron 121,2 millones de dólares, de nuevo, menos que los 132 millones del mes previo, pero un 39% más que en febrero de 2017.

 

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