La presidente de la Sociedad de Productores Forestales enumeró los anuncios de nuevas industrias que se están instalando en distintos puntos de Uruguay, algunas ya comenzando a funcionar, así como la llegada de capitales japoneses. Con la apertura de la segunda planta de UPM, el sector pasará a liderar el ranking de rubros exportados.

“Que haya inversores diferentes en el mercado es algo muy bueno”, destacó la presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Lucía Basso, luego de enumerar anuncios y la puesta en marcha de varias empresas del rubro en Uruguay.

Una de las más novedosas fue la inversión de unos US$ 300 millones, que la japonesa Oji Paper desembolsó para adquirir tierras y bosques que le pertenecían a TRG (The Rohatyn Group), localizados en Rivera y Tacuarembó.

“Es una empresa muy conocida, muy fuerte, con inversiones en muchísimos países. Veremos qué pasa en el futuro, si van por alguna planta de papel o qué tipo de industria. De eso no tenemos ninguna novedad. Se cerró la operación hace algunos días atrás y se están haciendo socios de la SPF. Bienvenido”, dijo Basso.

Más inversiones

Al referirse a otras inversiones, la presidente de la SPF señaló la segunda planta de UPM, que permitirá que en 2024 el sector supere los US$ 3.000 millones en exportaciones, pasando a ser el primer rubro exportador de Uruguay.

Pero Basso destacó que además se abrieron otras industrias, “que son muy importantes para el sector y para el país, que consolidan mucho al sector, le dan mucha madurez”. Comentó que “ya veníamos en un proceso de apertura de nuevas industrias, como fueron los casos de Arboreal, de Garnica. Pero se anunciaron otras, como la planta de Lumin en Cerro Largo, una inversión de US$ 136 millones, que ya está en marcha”.

También comentó que Urufor anunció su segunda planta en Rivera. “La empresa ya tiene una planta muy importante de tablas de eucalipto, y ahora anunció una inversión de unos US$ 100 millones en una planta de pinos”, dijo.

Recordó que “hace un par de meses abrió una planta algo más chica, pero muy importante, que está localizada en el Polo Logístico de Treinta y Tres, que es una manera de generar mucha mano de obra en esa zona, donde todavía no había plantas. Se trata de una inversión de capitales nacionales, de Agroempresa Forestal (AF), que empezó a funcionar en mayo. Y también se anunciaron nuevos aserraderos en Tacuarembó y Rivera”.

Estos nuevos anuncios y puestas en marcha de nuevas plantas de tableros y aserraderos, “le dan al sector otra solidez, otra madurez”, enfatizó Basso. Señaló que “las plantaciones para madera de calidad se complementan mucho con la madera para pulpa. Cuando se saca el primer raleo comercial va para pulpa. La diversificación de productos es fundamental en cualquier sector productivo”.

El mercado

La presidente de la SPF recordó que el año 2023 “fue un poco difícil, el último semestre sobre todo”. Y valoró que el 2024 “empezó un poco mejor”, aunque “el primer trimestre fue mejor que este segundo semestre, que se complicó a partir de mayo”.

En su análisis separó la exportación de la industria de la transformación de la madera, de la celulosa. “En el caso de los productos de la industria de la transformación de la madera se complicó en el segundo trimestre. El principal comprador que tenemos es Estados Unidos”, y como no se bajaron las tasas de interés en la medida que el mercado esperaba, las hipotecas para la construcción “se tornaron más difíciles” y, por lo tanto, “la demanda de construcción de casas fue menor, y eso afectó directamente la demanda”, describió.

En cuanto a Europa, Basso señaló que “ya venía complicado desde el año pasado, sigue estando deprimido” por la guerra, pospandemia y demás.

Destacó que otro mercado “muy importante para estos productos es México”, que “siempre está estable, pero por un tema político en los últimos meses nos ha jugado en contra”.

Del lado de la oferta, “Brasil nos compite fuerte”, y la suba del dólar hizo que se volviera más competitivo por menores costos internos. “Hasta mayo veníamos a buen ritmo de exportaciones de todos estos productos, similar a inicios del año pasado, y ahora hay una actividad un poco menor. Para el segundo semestre se estima que se mantenga o que baje un poquito”, dijo.

En el caso de la celulosa es diferente la situación. “El año pasado terminó con precios bastante bajos, en el entorno de US$ 600 por tonelada, pero se ha recuperado, llegando a US$ 1.200 o US$ 1.300 para Europa, y algo menos para China”, indicó Basso.

Escuche la entrevista completa:

 

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