Las energías alternativas tienen parte de responsabilidad en la crisis que atraviesa el sector del crudo, y si bien el nuevo presidente de Estados Unidos ganó las elecciones en los estados agrícolas de ese país, no tendrá empacho en ir contra esa actividad para lograr sus objetivos, analizó el consultor argentino Diego de la Puente, director de Nóvitas. El experto aseguró que si se cae el mercado del maíz arrastrará a todos los demás granos, incluso a la soja.
El mundo observa con atención al nuevo gobierno de Estados Unidos y sus políticas que podrían hacer tambalear a más de un rubro. En el caso de la agricultura el principal temor se enfoca en la producción de biocombustibles. Sabido es el compromiso del nuevo presidente estadounidense con la industria petrolera, que está pasando por un momento de crisis y parte de la responsabilidad la tienen las energías alternativas.
Cabe recordar que la producción de biocombustibles en Estados Unidos recibe subsidios estatales y que el presidente Donald Trump nombró como director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) a un petrolero que es el mayor opositor a la teoría del cambio climático, por ejemplo.
Este tema fue analizado por el consultor argentino Diego de la Puente durante una charla que brindó en Montevideo a integrantes, clientes y proveedores de la empresa MegaAgro. El director de la consultora Nóvitas dijo que si bien Trump ganó las elecciones en los estados agrícolas del país del norte, hará lo que crea que tenga que hacer para cumplir sus objetivos, incluso ir en contra de los productores que lo votaron.
El analista aseguró que si se destruye el mercado del maíz al afectar la política de biocombustibles, eso también arrastrará a la soja.
De las 380 toneladas de maíz que produce Estados Unidos, 140 millones se utilizan para la producción de biocombustibles. Además, detrás de la producción de etanol hay toda una industria que es la de la burlanda para alimento animal, que también se vería afectada.
