Donald Trump cerró su próximo gabinete con el nombre de Brooke Rollins, como nueva secretaria de Agricultura, otro puesto para una persona de su círculo más cercano.
“Como nuestra próxima secretaria de Agricultura, Brooke encabezará el esfuerzo para proteger a los agricultores estadounidenses, que son la verdadera columna vertebral de nuestro país”, señaló el presidente electo en un comunicado de su equipo de transición.
Abogada, de 52 años y nacida en Glen Rose (un área rural de Texas), Rollins fue directora del Consejo de Política Interior de la Casa Blanca al final del primer mandato de Trump, antes de fundar el American First Policy Institute (AFPI).
Precisamente el AFPI es una entidad considerada como un think tank, creado en 2021 para promover la agenda pública del expresidente Trump tras finalizar su primer mandato. Fue fundado por Rollins junto a otras figuras próximas al candidato republicano, como Linda McMahon, a su vez nombrada secretaria de Educación.
Rollins fue parte del Consejo Asesor Económico de Trump en 2016, directora de la Oficina de Innovación Estadounidense, y asistente del Presidente para Iniciativas Estratégicas
“Hizo un trabajo increíble durante mi primer mandato”, afirmó Trump en el comunicado. “En estos puestos, ayudó a desarrollar y gestionar la agenda de política nacional transformadora de mi administración”, añadió.
Como secretaria de Agricultura de Trump, Rollins tendrá a su cargo a casi 100.000 empleados del USDA (Departamento de Agricultura, por sus siglas en inglés), compuesto por 29 agencias y oficinas.
De ser confirmada por el Senado, Rollins participará en la renegociación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá y lidiará con la promesa del presidente electo de establecer aranceles a ciertos productos agrícolas.
Rollins será la segunda mujer al frente del USDA, después de Ann Veneman, que trabajó para el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).