El investigador principal referente del INIA participó de una cumbre en Dublín y se dijo preocupado por el crecimiento de organizaciones anticarne, “sobre todo en Europa”; pero aseguró que no hay evidencia científica para que se promueva la reducción o desaparición del consumo del producto.

El 19 y 20 de octubre se realizó en Dublín, Irlanda, la Cumbre internacional sobre “El papel social de la carne – Lo que dice la ciencia”. Expertos, científicos y líderes se reunieron en la capital irlandesa para discutir la importancia de la carne en la sociedad actual, y los diversos debates en torno a su producción y consumo.

En este evento, en representación de Uruguay y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), estuvo presente el investigador principal referente, Fabio Montossi, quien en entrevista con Agronegocios Sarandí comenzó explicando que “es la primera vez que se hace (un encuentro) de esta naturaleza”, que fue fundamentalmente “una apuesta a punto de temáticas que hacen a la investigación vinculada con la carne, la salud y el ambiente”.

Montossi dijo que cuando se habla de carne debemos pensar en “el bienestar animal, la carne, la sociedad y todos los aspectos socioeconómicos. Esto fue una iniciativa de aproximadamente 10 investigadores” indicó, añadiendo que “tenían el objetivo de hablar de estos temas, invitar a sus pares de todas partes del mundo y tuvimos la suerte de ser parte de esos invitados representando a Uruguay”.

“El informe Lancet plantea reducir o hacer desaparecer el consumo de carne en los próximos 30 años”

El científico agregó que “también estaban presentes organismos internacionales, como el Secretariado Internacional de la Carne, el Foro Mundial de Productores, actores de la industria, entre otros. Claramente la idea era debatir y rebatir el informe (EAT) de Lancet del 2019, en el que se planteaba prácticamente reducir o hacer desaparecer el consumo de carne en los próximos 30 años”.

Al respecto, Montossi recordó eventos interinstitucionales realizados en Uruguay (de INAC, INIA y UDELAR), donde ya se habían expuesto las ventajas “del hierro, el zinc, el selenio, las proteínas, las vitaminas B6, B12, entre otras; que son fundamentales y que no pueden ser sintetizadas si no pasan por el rumen de los rumiantes”.

Subrayó que “el tema más polémico fue un artículo que salió hace muy poco, promovido por ese grupo de investigadores que apoya el concepto Lancet, que asociaban el consumo de carne con el cáncer. 

Ahora este grupo de investigadores reunido en Dublín demostró la inconsistencia, la falta de metodología adecuada y que las conclusiones del artículo que asociaba la carne con el cáncer no tiene fundamentos reales.

Montossi dijo que quedó “bastante preocupado porque la ciencia es una, y no podría haber dos interpretaciones frente a un análisis estadístico. El problema es que a veces esos análisis estadísticos están mal hechos o tienen conclusiones erróneas sobre esa información”.

“¿Cómo sería un planeta donde hiciéramos desaparecer la fuente laboral de 1,7 millones de personas?”

También hizo referencia a “las emisiones de gases de efecto invernadero y la ventaja que tendría los sistemas pastoriles”. Así como a “la incorporación de estrategias de secuestro de carbono, donde la producción animal sea parte de la solución. Justamente –precisó– se presentó una serie de hipótesis del desastre ecológico que significaría borrar de la faz de la tierra a los herbívoros”, y “en particular a los rumiantes. El desastre ecológico que generaría concebir un planeta sin tener a los herbívoros siendo parte del ecosistema”. 

Otro de los puntos abordados fue el “socioeconómico ¿Cómo sería un planeta donde hiciéramos desaparecer la fuente laboral y el ingreso para 1,7 millones de personas que necesitan de las proteínas de origen animal para conseguir su sustento”, se preguntó. 

Además se interrogó sobre “¿qué modelo mundial tendríamos para poder sustituir esa fuente laboral? La respuesta se cae por su propio peso. Supongamos que pudiéramos producir la carne en laboratorio. Serían modelos de agronegocio totalmente automatizados, con grandes empresas, pero claramente no se precisarían los más de 25.000 productores ganaderos del Uruguay. Y así en todo el mundo”.

“Ahora toda esta información se va a publicar en marzo del año que viene, y seguramente empiece una estrategia comunicacional donde veremos a todos los actores de la cadena a nivel mundial, y a Uruguay, comunicando a la sociedad”, adelantó.

“Quedé muy preocupado, hay intereses organizados en contra de la carne en el mundo”

Montossi destacó un trabajo presentado por Friedrich Leroy, un investigador belga, que “mostró el entramado de poder y de vinculación entre distintos organismos internacionales y la alta incidencia de Europa para influir en hacer desaparecer el consumo de carne en el planeta”. 

“Yo también me quedé muy preocupado. Te darás cuenta que esto es parte de la realidad con la que hay que enfrentarse y saber manejar, que claramente hay una intencionalidad. Hay intereses organizados en contra de la carne en el mundo y, particularmente, el epicentro de ese movimiento está en Europa”, remarcó.

El investigador coincidió en que  países como Uruguay tienen que defender la calidad de su producción, y explicar que la solución al cambio climático y a otros problemas ambientales no pasa por dejar de comer carne. 

Además, destacó que este encuentro “fue una instancia muy productiva para nosotros. Está bueno como país estar presente. Esperemos que la próxima actividad sea en el hemisferio sur, y que Uruguay pueda participar activamente”.

Finalmente, el Investigador principal referente del INIA recordó que las conferencias de los oradores y los hallazgos de las discusiones de esta cumbre se convertirán en artículos científicos, y está programado que se publiquen en marzo de 2023.

Escuche la entrevista:

 

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