Presentación del Comité de Coordinación en Investigación en Salud Animal (CCISA) demostró que se pierde y se gasta mucho, mientras que se invierte poco al año en soluciones de Investigación y Desarrollo. Son los datos que aportó la primera consultoría sobre el tema que se realiza en Uruguay.

Los datos emanados de la consultoría “Salud animal en Uruguay: pérdidas, gasto e inversión en I+D”  se difundieron en una realización a la que asistieron autoridades, técnicos, académicos y referentes del sector agropecuario nacional

Dicha actividad tuvo lugar este lunes 22 en la Facultad de Veterinaria y se difundió de forma virtual para dar a conocer el informe final de este estudio, que es el primero de este tipo que se realiza en el país con el fin de compilar datos y elaborar nuevos análisis para conocer el impacto de la sanidad animal en la economía uruguaya.

La apertura estuvo a cargo de Dr. Alejo Menchaca, actual presidente  del CCISA y coordinador de la Plataforma de Salud Animal del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).

Menchaca, Sarno, Hirigoyen, Rubianes, Rodríguez y Campoy presentando los datos finales este lunes en la Facultad de Veterinaria

Comenzó explicando que el comité está conformado por representantes del Instituto Nacional de Carnes (INAC), del INIA, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, de la Facultad de Veterinaria (FVET), de la Sociedad de Medicina Veterinaria, de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), del Secretariado Uruguayo de la Lana y de la Academia Nacional de Veterinaria.

Mechaca dijo que el principal objetivo del comité es promover, coordinar y monitorear la gestión de la investigación en salud animal e inocuidad de los alimentos de origen animal, con el fin de asesorar a los tomadores de decisión y de priorizar acciones para lograr el bienestar de la sociedad y en particular del sector agropecuario nacional.

“Para pensar en estrategias y políticas públicas vinculadas a la salud animal es fundamental contar un información de base, con un diagnóstico inicial. Ante la ausencia de esos insumos fue que desde el CCISA nos planteamos hacer esta consultoría, para saber cuánto pierde y cuánto gasta Uruguay en términos económicos por problemas de salud animal, y cuánto invierte en investigación y desarrollo para encontrar nuevas soluciones”, explicó Menchaca.

“Para pensar en estrategias y políticas públicas vinculadas a la salud animal es fundamental contar un información de base, con un diagnóstico inicial”

Luego tomó la palabra el Ing. Agr. Rafael Sarno, coordinador de Relaciones Interinstitucionales de INAC, como entidad cofinanciadora del estudio junto al CCISA.

“La salud animal es uno de los temas de nuestra agenda y contar con un diagnóstico actualizado que nos permita hacer una puesta a punto en la materia es clave. La información obtenida es un insumo fundamental para la producción, para los servicios ganaderos y para saber dónde colocar recursos y qué ejes priorizar al momento de investigar”, enfatizó.

El evento continuó de la mano del equipo de especialistas en salud animal y economía agropecuaria que realizaron el estudio, los Dres. Darío Hirigoyen, Marcelo Rodríguez y Edgardo Rubianes, y el Ec. Diego Campoy, quienes presentaron algunas de las conclusiones más importantes que arrojó el informe.

PÉRDIDAS DE MIL MILLONES DE DÓLARES

Se conoció que en el periodo 2011-2021, en Uruguay se perdieron por año cerca de 800 millones de dólares por problemas de salud animal en las cadenas de producción, lo que representa un 34% del PBI pecuario.

Asimismo, los consultores detallaron que desde el sector público y privado se gastan 224 millones de dólares al año para resolver las problemáticas vinculadas a la sanidad animal. Por cadena productiva, los bovinos de carne representan el 42% del gasto, los animales de compañía el 32% y los bovinos de leche el 16%.

los consultores detallaron que desde el sector público y privado se gastan 224 millones de dólares al año para resolver las problemáticas vinculadas a la sanidad animal

En lo que refiere a la búsqueda de nuevas soluciones de I+D, la consultoría mostró que en el quinquenio 2018-2022 la inversión en salud animal fue de cinco millones de dólares anuales, lo que representa el 2,5% de la inversión total en ciencia y tecnología del país. Dicha inversión fue realizada principalmente a través de INIA, la FVET y la ANII.

Menchaca remarcó que Uruguay invierte menos del 0,5% de su PBI en ciencia y tecnología, lo que representa algo más de 200 millones de dólares al año considerando todas las áreas del conocimiento.

“Eso es poco comparado con otros países que aspiran a tener una economía más desarrollada”, dijo. De esa cifra, la inversión en salud animal es únicamente el 2,5%.

“Siendo un país donde el PBI ganadero representa aproximadamente el 5% del PBI total, se podría invertir quizás el doble en I+D en salud animal para estar en un nivel aceptable”, afirmó.

MÁS INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO

Frente a los resultados obtenidos, el CCISA y los consultores enfatizaron la necesidad de incrementar la inversión en investigación y desarrollo.

“Estamos perdiendo buena parte de lo que producimos, por lo tanto, la inversión en la búsqueda de soluciones debe crecer. Pero también se deben revisar los espacios que hoy están destinados a la investigación y desarrollo en la materia para mejorarlos”, subrayaron.

Apuntaron que “es necesaria una mayor participación de organizaciones vinculadas a la producción animal, como las gremiales agropecuarias y la industria, así como del sector farmacéutico veterinario que también es parte del sistema. La participación del ámbito privado es clave para mejorar el sistema de ciencia y tecnología que tiene Uruguay en salud animal”.

“es necesaria una mayor participación de organizaciones vinculadas a la producción animal, como las gremiales agropecuarias y la industria, así como del sector farmacéutico veterinario”

“Si Uruguay no cambia y seguimos cómo estamos, vamos a continuar perdiendo y gastando más de 1.000 millones de dólares año tras año. Para un país como el nuestro, con una economía basada en la producción agropecuaria, es fundamental reducir esas pérdidas buscando soluciones diseñadas para nuestros problemas”, señaló Menchaca.

“El camino hacia el futuro debería comenzar diseñando y planificando una estrategia nacional y una política a mediano y largo plazo para atender esta problemática que ahora sí la conocemos en profundidad. Es muy difícil generar políticas públicas y privadas si no conocemos la magnitud de las dificultades que queremos resolver. Ahora sabemos cuánto estamos perdiendo por problemas de salud animal y creemos que el próximo paso es invertir justo ahí, donde más estamos perdiendo”, concluyó el experto.

Foto y texto de base de INIA

El informe completo se puede obtener aquí:

Informe sobre pérdidas, gastos e inversión en I+D en salud animal en Uruguay