El vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin confirmó que conversó con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.

Brasil está intentando instalar una negociación con Estados Unidos para evitar la suba del 50% en los aranceles a partir del 1° de agosto, como anunció el presidente estadounidense Donald Trump. 

El vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin confirmó que conversó con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, durante 50 minutos el pasado sábado.

“El presidente Lula ha orientado la negociación, sin contaminación política ni ideológica, centrada en la búsqueda de una solución de la cuestión comercial. En vez de tener un perder-perder, con inflación en EEUU y disminución de nuestras exportaciones a ese mercado, deberíamos resolver los problemas, aumentar la complementariedad económica, la integración productiva, las inversiones recíprocas, discutir sobre la no tributación por duplicado, en fin, avanzar en una agenda extremadamente positiva”, expresó el jerarca.

El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin

Ganaderos de EEUU quieren que el país cierre el ingreso de carne de Brasil

La Asociación Nacional de Ganaderos de EEUU (NCBA, por su sigla en inglés) apoya el plan del presidente Trump de imponer un arancel del 50% a Brasil y considera que es “un buen comienzo” para una futura suspensión de la carne brasileña.

La NCBA, que nuclea a criadores y productores ganaderos, “ha abogado por la suspensión total de la carne vacuna brasileña importada durante muchos años” y acusa a los productores brasileños de tener una “abismal falta de responsabilidad respecto a la salud del ganado y la seguridad alimentaria”.

Esto fue desmentido rotundamente por el Ministerio de Agricultura de Brasil, como respuesta a los argumentos formulados por la NCBA en declaraciones a la cadena CNN.

Brasil acaba de obtener el estatus de país libre de aftosa sin vacunación por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), una declaración que le permite aspirar a ampliar el acceso a mercados más exigentes como Corea del Sur y Japón y a enviar carne con hueso a países de la Unión Europea.