Además se prevé el lanzamiento de nuevas moléculas que ya fueron probadas con éxito en el norte de Uruguay.

En marzo quedaría habilitado un crédito para la erradicación o control de la cepa de garrapata multirresistente, informó en Agronegocios Sarandí el Dr. Marcelo Cortés, veterinario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). “Se está trabajando en tener ese préstamo y generar las líneas de bajo interés”, dijo el funcionario.

Cortés afirmó que el principal problema de la garrapata son las cepas multirresistentes. “Estamos hablando de más de cuatro o cinco grupos resistentes. A veces el productor tiene una molécula que le está dando la solución y está en el filo de pasarse a tener una garrapata con resistencia múltiple, que no la controla casi nada”, advirtió.

“Estamos buscando los mecanismos financieros para poder lograr que los intereses queden a muy bajo costo y a largo plazo”

“Estimamos que en marzo, conjuntamente con este lanzamiento de nuevas moléculas, el MGAP podrá evaluar mejor algunos predios que están siendo afectados por multirresistencia grave o predios que van a entrar en fases de erradicación en la zona endémica, como por ejemplo Rocha”, señaló.

Cortés destacó que “ese predio va a poder obtener un préstamo BROU para erradicar o lograr el control de una cepa de garrapata miltirresistente. Estamos buscando los mecanismos financieros para poder lograr que los intereses queden a muy bajo costo y a largo plazo”.

Lanzamiento de nuevas moléculas

Cortés destacó que “Uruguay ha tenido un avance” en relación con nuevas moléculas. Anunció que “muy pronto se van a lanzar al mercado moléculas de nuevos principios activos”, grupos químicos a los que la garrapata es sensible.

“Muy pronto se van a lanzar al mercado moléculas de nuevos principios activos”

Informó que “se han hecho las pruebas para las garrapatas multirresistentes en el norte del país y los productos nuevos han andado muy bien. Estimo que a fines de febrero se estarán lanzando por parte de los laboratorios responsables de cada marca, y el MGAP ha participado facilitando la habilitación de esos productos, dándole prioridades, como una política de la Dirección General (de Servicios Ganaderos)”.

En tal sentido, destacó que contar con estos nuevos productos es fruto de una “política acertada”, porque se le dio prioridad a estas nuevas tecnologías.

La problemática en un verano lluvioso

Sobre el estado de situación actual, el funcionario dijo que “sin duda que el clima colabora con la parasitología que amenaza nuestra ganadería (…) con este clima se acorta el ciclo parasitario y con las temperaturas se acelera”.

Si bien el mejor período para combatir la garrapata es a fines del invierno, antes de la primavera, Cortés dijo que “siempre se puede hacer algo”. Pero enfatizó que “vamos a ver un efecto más duradero y temprano, y ver un verdadero efecto de la carga parasitaria en nuestro ganado si los tratamientos los arrancamos en la salida del invierno”.

De todos modos, planteó que “eso no quiere decir que ahora, saliendo de la segunda generación o entrando prácticamente en la tercera, no se hagan tratamientos efectivos. Todo va a servir porque a la larga va disminuir la afectación de larvas y huevos de las pasturas, y en tres o cuatro meses vamos a ver el resultado”.

“Vamos a ver un efecto más duradero y temprano, y ver un verdadero efecto de la carga parasitaria en nuestro ganado si los tratamientos los arrancamos en la salida del invierno”

Agregó que “cuando arrancamos, en la salida del invierno, como la oferta de larvas es muy poca y nuestro ganado tiene baja carga, los tratamientos aplicados en forma temprana (fines de julio o agosto) nos permite ir viendo la eficacia del tratamiento con más certeza que arrancar a bañar ahora, con la oferta de larva que vienen acumuladas de meses atrás”.

Señaló que “ahora es un combate difícil, porque la oferta de larva es muy importante. Es decir, un garrapaticida puede funcionar, puede contralar la carga sobre nuestro ganado, pero no vamos a evitar que la reinfestación del ganado ocurra en breve, porque las larvas están viables en las pasturas”.

Las zonas más complicadas

La garrapata se convierte en un verdadero problema cuando pasa a ser una cepa resistente a muchos grupos de garrapaticidas. “Cuando aún tenemos una garrapata que puede tener una carga alta en el ganado, pero los productos son eficaces, no tenemos tanto problema. Pero cuando nos enfrentamos a una cepa resistente, nuestro desvelo de poder generar apoyo y políticas de protección para evitar la difusión de esas cepas se complica”, dijo Cortés.

Agregó que “son cepas que evidentemente van a entrar a un campo y el garrapaticida no las va a poder controlar de forma eficiente, y se van instalando hasta hacerse una situación insostenible para la ganadería, porque superan umbrales de cargas parasitarias elevadísimas, de más de 400 o 500 garrapatas por animal, y ya empieza un daño directo de pérdida de sangre, trasmisión parasitaria que hace muy difícil la producción, como ocurre en los trópicos”.

“No hemos recibido muchos reportes de problemas graves de control”

La zona de Uruguay donde la situación es más grave es en los departamentos del norte, sobre todo lo que limitan con Brasil. “Muchas veces decimos no son cepas nuestras, sino que han bajado desde el lado brasileño y se han ido encarando, van viajando de acuerdo a los errores que podamos cometer en los despachos de tropas básicamente, o cuando no hacemos despachos, en forma involuntaria”, dijo.

Pero el funcionario dijo que “no hemos recibido muchos reportes de problemas graves de control”. Destacó que “existe esa sensibilización del productor y del personal de campo sobre qué potreros cuidar, cuáles son los que tiene problemas, qué hacer para la prevención, reportar y comunicar rápidamente los problemas de control, sea un predio lindero o animales en la calle. Eso lo hemos logrado”.

“Ahora se nos suma la colaboración de INIA Tacuarembó, estamos ultimando detalles para poder tener ese laboratorio a la orden, sobre todo para la zona norte, donde tanto nos pega la resistencia”

Cortés también destacó la “articulación muy potente con los consignatarios de ganado, con los consorcios de venta por pantalla, con la Asociación de Rematadores. Esa fue una idea muy acertada y bien valorada por todas las partes, porque vía consignatarios llegamos a un estrato de productores que no llegaba el MGAP”.

Finalmente, el veterinario oficial indicó que “con los grupos de productores seguimos trabajando, incluso hay grupos que ya entraron en fase de erradicación, pero seguimos conectados. Siempre está el pedido de que el MGAP pueda asistir con jornadas técnicas a formación de grupos y seguir brindando el diagnóstico de resistencia a garrapata gratuito”.

A propósito, destacó que “ahora se nos suma la colaboración de INIA Tacuarembó, estamos ultimando detalles para poder tener ese laboratorio a la orden, sobre todo para la zona norte, donde tanto nos pega la resistencia”.

Escuche al Dr. Marcelo Cortés: