La movilización que iniciaron 47 productores sanduceros con un encuentro en el local de su Asociación Rural y Exposición Feria fue el disparador para que una expresión de descontento se generalizara en todo el sector en primer término, y que luego se extendiera a los distintos eslabones de las diferentes cadenas productivas, hasta llegar a los ámbitos industriales.

Primero fueron las distintas organizaciones de productores del interior, a las que se fueron sumando individual o grupalmente las cámaras de comercio, empresas de agroinsumos de todo tipo y calibre, las sociedades de criadores de diferentes razas, los consorcios que venden ganado por pantalla, los propios escritorios, la Asociación de Consignatarios de Ganado y toda aquella empresa involucrada de una manera u otra con el sector, desde los vendedores de semillas a los de maquinarias –incluyendo a la Cámara de Importadores de Maquinaria Agrícola, Citrama-, incluyendo a las empresas de servicios.

Posteriormente llegó un comunicado de las propias gremiales agropecuarias en conjunto –más allá de que alguna de ellas lo haya hecho anteriormente en forma individual-, en el cual “exhortan a los productores rurales de todo el país a acompañar la asamblea convocada para el próximo martes 23 en Durazno”. La misma lleva la firma de la Asociación Cultivadores de Arroz, la Asociación Rural del Uruguay, la Asociación Nacional de Productores de Leche, la Comisión Nacional de Fomento Rural, las Cooperativas Agrarias Federadas y la Federación Rural.

También se fueron sumando distintas agremiaciones lecheras, de transportistas y hasta la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, por solo citar una entidad por lo menos no muy próxima al sector, aparentemente, pero apoyando a los productores movilizados de su departamento.

LOS FRIGORÍFICOS

En un comunicado conjunto, la industria frigorífica no solo apoyó dijo compartir sino también adherir “a la convocatoria que, en forma pacífica y dentro del marco de la ley, han planteado los productores agropecuarios para el próximo 23”

Además, la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), “comparten la impostergable necesidad de lograr mejores condiciones de competitivdad para la cadena cárnica en particular y para todo el Uruguay en su conjunto”.

Con la firma de su gerente general, Daniel de Mattos, Breeders & Packers Uruguay, integrante de NH Foods y por fuera de las gremiales del sector, estableció “su adhesión a la convocatoria de asamblea del 23 de enero” y “acompaña a los productores rurales en su reclamo de condiciones que mejoren tanto la competitividad del sector como la del país entero”.

Sin embargo el primero que adhirió a la movilización de los productores fue Frigorífico Casa Blanca, que tampoco integra ninguna de las gremiales sectoriales.

En un comunicado y estableciendo que se trata de una “empresa nacional, sanducera, comprende a cabalidad las movilizaciones del sector agropecuario”.

Y agrega: “no sólo el directorio, sino hasta el último de nuestros casi 700 empleados, sabemos que dependemos del hombre de campo, de su sobrevivencia y de su pujanza”.

EDITORIAL DE LA CÁMARA MERCANTIL

Bajo el título “Días de reclamos justos”, la Cámara Mercantil de Productos del País editorializó en su boletín digital del viernes 19 sobre el tema.

En el mismo, se establece lo siguiente:

Durante las últimas semanas se volvieron más firmes y generalizados los reclamos desde el sector de los productores agropecuarios.

Ellos constituyen la base económica fundamental sobre la que se apoya la economía nacional, fuente principal de nuestras exportaciones y han sido el origen del crecimiento del PBI en la última década.

Sumado al esfuerzo de producir en nuestra tierra, viene la tarea del comercio, de la industria y de la exportación.

Agregando valor, buscando mercados, ocupando personal, innovando, contrayendo créditos, importando insumos y maquinarias, realizando inversiones y aportando tributos a las arcas públicas, etc.

Estos eslabones son estratégicos para el país dado que de ellos se derivan los procesamientos industriales y las futuras colocaciones de productos y subproductos, tanto en el mercado interno como en el exterior, alcanzándose hoy a más de 160 países con productos de origen uruguayo.

Todo este esfuerzo debe ser respaldado y apoyado por el entorno económico, pero resulta innegable que diversos factores han perjudicado las potencialidades de este desarrollo empresarial.

Nos referimos seguidamente a los mismos, siendo comunes y generales a toda la cadena:

-la evolución del tipo de cambio,

-la inflación en dólares que incuestionablemente se ha dado en el país,

-los precios de insumos básicos como el gasoil o la energía eléctrica, fuera de los niveles razonables que debieran tener en función de sus propios y auténticos costos de producción,

-el estado de las rutas y de la infraestructura en general, que no se ha puesto a la altura de las necesidades determinadas por los volúmenes crecientes de producción,

-una recaudación fiscal en niveles crecientes, en montos y en complejidades, muchas veces inadecuados a las reales posibilidades de las empresas gravadas,

-el costo de los fletes que afecta a toda la producción generando costos desproporcionados en su comparación internacional,

-ineficiencias de los organismos estatales y municipales que afectan al sector privado.

Todos estos factores, no solo afectan al campo, sino que también afectan muy gravemente a las siguientes etapas en las diversas cadenas productivas, etapas que agregan valor a nivel comercial e industrial, para competir en el mercado interno y también en terceros mercados.

Y no debe dejarse de considerar que las actividades agroindustriales se vieron también perjudicadas por otros elementos adversos, como han sido las rebajas en las devoluciones de tributos, la suspensión del régimen de prefinanciación de exportaciones, la falta de acuerdos comerciales que permitan reducir la carga en “aranceles de importación” que se pagan para muchos productos en los mercados de destino, afectando en consecuencia los niveles de ingreso del país, y lo que es aún más grave, dificultando el acceso a dichos mercados frente a otros competidores que, desde otros orígenes, cuentan con regímenes arancelarios más ventajosos.

Es el momento de analizar y corregir la política macroeconómica que está impactando negativamente sobre la producción, precisamente allí donde el país tiene ventajas competitivas.

Sobre todos estos factores la Cámara Mercantil de Productos del País ha venido insistiendo y advirtiendo a lo largo del último año mediantes sucesivos Editoriales que se refirieron a todos estos aspectos y la necesidad de atenderlos de manera oportuna.

LOS MOLINOS ARROCEROS

La Gremial de Molinos Arroceros – integrada por las empresas Saman, Coopar y Casarone-, emitió un comunicado donde manifiesta su total apoyo a todos los productores arroceros del país, base fundamental para que la Cadena Agroindustrial Arrocera pueda subsistir.

Esta Gremial se enorgullece de integrar una cadena agroindustrial que es ejemplo para el mundo de integración, eficiencia y productividad, dice el documento

Y agrega: Lamentablemente, hoy enfrentamos una realidad que muestra la pérdida de la competitividad de la misma, por lo que es absolutamente necesaria la adopción de medidas tendientes a bajar la carga impositiva, las tarifas de energía y combustibles y los costos portuarios, así como la adopción de medidas correctivas para solucionar el atraso cambiario.

Por último señala que : Apoyamos la convocatoria de todos los productores rurales del próximo 23 de enero en la ciudad de Durazno y esperamos que, junto a las instituciones representativas del sector agropecuario, en un marco de un diálogo serio y profundo, se pueda encontrar soluciones para revertir el cuadro actual.

 

 

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