Hubo fuerte demanda por todas las categorías, pero en un momento se debió parar la actividad, por haber recibido una llamada señalando que había una bomba en el Hipódromo de Maroñas.
“Fue una jornada atípica, inesperada”, comenzó diciendo el rematador Juan Luis De Barbieri, del escritorio Juan Carlos Martínez Negocios Rurales, al ser entrevistado por Agronegocios Sarandí después del remate realizado este miércoles.
El hecho diferente del remate fue que mientras la actividad estaba en marcha, en horas del mediodía, se recibió una llamada con agravios y comunicando que había una bomba en el edificio del Hipódromo Nacional de Maroñas, donde transcurría la subasta.
El local fue desalojado y se llamó a la Policía y los Bomberos para que realizaran el procedimiento correspondiente a estos casos. Luego de una hora y media de inspección se autorizó continuar con el remate, ya que no se encontró ningún artefacto sospechoso en el lugar.
El remate
Habitualmente la demanda supera la oferta y así se concretan buenas colocaciones de los ganados. En este caso los ganados eran muy buenos, y se notó una estabilidad de precios, sin que se generaran inconvenientes para vender ningún lote, expresó De Barbieri.
Bati, como se lo conoce al rematador, dijo sobre las recientes heladas que “tienen que ocurrir, porque es lo que hace que los campos sazonen; la naturaleza es muy sabia”, y aventuró que la próxima primavera será “espectacular”.
Consultado sobre la categoría más demandada dijo que hubo puja por los lotes, con participación de los exportadores de ganado en pie por los terneros pesados y sin castrar.
“Operaron compradores de todo el país, hubo precios muy interesantes, por ejemplo en la liquidación de los muy buenos ganados (vaquillonas) que se ofrecieron a cargo de Mauricio Cabrera (del escritorio Tomás Cabrera Peile), que se vendieron a una velocidad impactante”, destacó.
En su caso destacó los 620 dólares obtenidos por un lote de vaquillonas preñadas de Alvaro Zuaznabar, “un productor muy prolijo, un ganado muy bueno, descendiente de toros de Valle Chico –de Bonomi Hnos– y de Santa Magdalena, con servicios de toros de cabaña Guazubirá, de García Vidal”.
Pero De Barbieri dijo que ese precio en realidad no le sorprendió, porque en primavera serán piezas de primera cría. El precio dividido por los dos animales (la vaca y el ternero) resulta en 310 dólares la pieza. Agregó además que ese ganado se vendió con 90 días de plazo, y por lo tanto, cuando los terneros nazcan aún no se habrá pago. “Es por eso que creo que el precio fue justo”, concluyó.