Con una demanda firme y sostenida para toda la oferta, integrada por 33 lotes con vaquillonas preñadas, terneras y preñeces, todo de pedigree inscripto, se llevó a cabo la venta Angus denominada Vientres Supremos, con la genética de las cabañas “La Rubeta” de Argentina y “Caraguatá” de Frigorífico Modelo S.A. de nuestro país. La venta, que tuvo lugar en el galpón 2 de bovinos del predio ferial del Prado, finalizó con el 100% de colocación, con la participación de compradores argentinos y uruguayos, que se llevaron los 33 lotes a un valor promedio de U$S 9.126.
El precio de venta más importante lo pagó la firma argentina Terragarba, que fijó la cuota en U$S 2.000 –para un total de doce-, por lo que terminó abonando U$S 24.000 por la RP 3147, “una excepcional ternera uruguaya pero de genética argentina, hija de Quebrantador, femenina y larga”, al decir del presentador de cada lote, el técnico argentino Javier Ezcurra.
También se destacó la venta de una preñez en U$S 1.120, en este caso adquirida por un productor uruguayo.
Los precios máximos, mínimos y promedios de cada categoría, en ese orden, fueron los que se detallan: 21 vaquillonas PI preñadas U$S 16.200, U$S 3.600 y U$S 8.343; siete terneras PI U$S 24.000, U$S 4.200 y U$S 10.971; y cinco receptoras preñadas U$S 12.600, U$S 6.000 y U$S 9.840.
Se trató del 2º remate anual de esta alianza genética que ambos establecimientos vienen llevando adelante desde hace cinco años, y que consiste en la llegada a Uruguay de material genético de la cabaña argentina, con animales nacidos y criados en Uruguay.
Francisco Cánepa y Alejandro Nùñez condujeron los negocios, a cargo de los escritorios Francisco Cánepa y José A. Valdez y Cía., y la financiación fue de Banco Santander.
“Realmente quedamos muy conformes por el resultado de la venta, que estuvo mejor de lo esperado, e incluso con precios por encima del año pasado”, dijo el Ing. Agr. Rodrigo Fernández Abella, responsable de la cabaña Caraguatá y jurado ya designado para la raza en la próxima Expo Prado.
A su vez Carlos Fernández, de “La Rubeta”, se mostró sorprendido por el comportamiento de la demanda, que en todo momento pujó y pagó precios que reconocieron el valor genético de los vientres que se presentaron.
Como ya hizo el año pasado y reiteró en esta oportunidad, Luis Fernández Echeverría llamó a todo el personal de la estancia Caraguatá apenas terminó el remate, les agradeció públicamente por el trabajo que habían hecho y solicitó un fuerte aplauso para ellos. También elogió el trabajo de su hijo Rodrigo, “quien volvió a hacer un excelente trabajo en la preparación y presentación de la oferta”.