El economista Alfonso Capurro se refirió a un estudio de la consultora CPA Ferrere, encargado por la Cámara de la Industria Frigorífica y la Asociación De la Industria Frigorífica del Uruguay, que llegó a esa conclusión.

Este martes la consultora CPA Ferrere dio a conocer un estudio que señala lo que deja de ganar Uruguay por exportar ganado en pie. El trabajo fue encargado por la Cámara de la Industria Frigorífica y por la Asociación De la Industria Frigorífica del Uruguay.

La tendencia de la exportación de ganado en pie comenzó a aumentar de forma marcada desde el año 2008, y en los últimos años superó las 200 mil cabezas por año, fueron más de 1,5 millones de cabezas vacunas exportadas en estos últimos nueve años, indica el informe.

En entrevista con Agronegocios Sarandí el economista Alfonso Capurro, integrante de la consultora, dijo que hay distintas cuestiones a analizar respecto a ese mercado. “Es un tema muy complejo, que tiene diversas aristas. En este trabajo pretendemos hacer una primera contribución, analizando uno de los temas relevantes, que no agota la discusión ni mucho menos”, comentó.

El experto señaló que el estudio trató de medir el proceso normal de valor agregado de la cadena cárnica, independientemente de la exportación de ganado en pie, empezando con la fase de cría, continuando con la recría e invernada, y así los animales van aumentando su valor hasta llegar a la fase industrial.

“Lo primero que hicimos fue reconstruir los números, imaginándonos un novillo tipo, para ver qué parte es valor agregado local y qué corresponde a insumo. Luego descompusimos ese valor agregado en partes, determinando cuánto corresponde a la cría, cuánto a la invernada y cuánto a la fase industrial”, expresó.

La segunda pregunta fue: ¿qué pasa si este proceso de valor agregado industrial se interrumpe por alguna razón, por ejemplo si se exporta el ganado en pie se deja de agregar valor a lo largo de la cadena?

El analista remarcó que eso no quiere decir cuánto pierde la industria, sino cuánto pierde Uruguay de agregar valor. “Cuando hablamos de las pérdidas se observan US$ 319 de valor agregado por valor exportado en la última década. El número no refiere sólo a las pérdidas en la fase de valor agregado industrial sino lo que se deja de agregar por no invernar y no faenar en Uruguay. No representa un impacto sólo sobre la cadena frigorífica, sino sobre todas las fases posteriores a la exportación del ganado en pie”, señaló.

Los US$ 319 por animal multiplicados por 1,5 millones de animales exportados en pie resultan en una cifra cercana a US$ 478,5 millones en la década.

Por otra parte, Capurro reconoció que el volumen de ganado exportado en cada año no es parejo, y que los precios oscilaron bastante en los últimos años. “No es lo mismo exportar 200 mil cabezas con la tonelada de carne de exportación a US$ 4.000 que al precio actual”, expresó.

El informe también menciona otros temas, como el impacto de la exportación de ganado en pie sobre la producción de terneros y la fase de recría. “¿Cuántos terneros más producen los criadores por efecto de la exportación? Es algo que no pudimos abordar, entre otras cosas por carencia de información. Es una línea que está planteada para investigar hacia adelante”, dijo.

Remarcó que está claro que cuando hay exportación en pie los ganadores son los criadores, que pueden comercializar sus ganados a un precio más alto, y los perdedores son los invernadores y la industria, porque se quedan sin materia prima.

También insistió en que es importante analizar el tema en el contexto del mercado mundial de la carne y del ganado. “Está claro que la exportación de ganado en pie es una válvula importante porque permite equiparar el poder de negociación de los diferentes eslabones de la cadena, e indudablemente que sin la exportación de ganado en pie la industria tendría mayor poder de fijar condiciones de negocios diferentes a los actuales”, reconoció.

Pero dijo además que hay que considerar que la mitad de las exportaciones de ganado en pie desde 2008 se realizaron hacia Turquía, uno de los grandes compradores a nivel global. “Ese es un mercado bastante distorsionado porque establece aranceles preferenciales para la exportación de ganado en pie y castiga bastante la importación de productos industrializados con aranceles de 240% para los cortes de carne vacuna”, sostuvo.

Fotos: El Observador.

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