La firma comercializó 9.027 vacunos y continúa rematando este jueves desde la hora 11.
Un muy buen remate de ovinos y vacunos de invernada realizó Plaza Rural este miércoles en el hotel Cottage. La firma vendió más de 5.000 ovinos, de una destacada liquidación de Merino Australiano a cargo del escritorio Indarte & Cía, y 9.027 vacunos, cifra que representó 98,5% de la oferta.
En ese marco se destacaron las subas de precios de las terneras y de los novillos de 2 a 3 años, que treparon 5% y 3% respecto al remate anterior. También se destacó la venta de casi 2.500 terneros que cotizaron a U$S 2,25 por kilo. “Además terminamos a la hora exacta que habíamos planificado, todo eso habla a las claras de lo que fue el remate”, comentó a Agronegocios Sarandí el rematador Walter Hugo Abelenda.
El consignatario de Florida detalló que se vendió el 100% de casi todas las categorías, solo quedaron algunos lotes de novillos de 1 a 2 años, algo que explicó como razonable, porque es una categoría difícil de acomodar en los campos en este momento del año, y más si los vendedores tienen algunas pretensiones de precios que no son comparables con los de otras categorías.
Agregó que las hembras también están muy demandadas, porque mucha gente que tiene interés en terneros, por ejemplo, y no los puede comprar porque los precios los superan, al día siguiente compran hembras.
Abelenda confirmó que hay mucha gente que necesita repoblar campos, reponer lo mucho que se faenó y se exportó en pie. “Todo eso hace que la demanda sea muy persistente”, dijo.
Señaló que eso también quedó demostrado en el remate pasado, cuando se vendió el 100% de los ganados preñados, que eran 3.600, y en este caso son casi 3.000.
Este jueves el remate comenzará a la hora 11, con las vaquillonas de 1 a 2 años, continuando con las de más de 2 años, vientres entorados, piezas de cría y toros generales de una liquidación. “Esperamos un alto porcentaje de ventas”, comentó Abelenda.
El empresario afirmó que el 90% de los ganados está en muy buen estado, después de una sequía que afectó a gran parte del país, que hubo problemas hasta de aguadas, y que los ganados sintieron. Pero luego el otoño fue excepcionalmente bueno, el impacto de las lluvias en las tierras nitrogenadas fue de esplendor, que hizo que los campos se acomodaran.
Por otra parte, los fríos son muy recientes y aún no se percibe su impacto en los ganados, que aún no perdieron peso, concluyó.