Estudio de INALE que incluía a 350 productores confirmó que sólo el 40% tiene asesoramiento técnico y la posibilidad de incorporar tecnología para lograr mayor eficiencia productiva, elevando sus ingresos y afincando a sus familias en el campo.
Tras una resolución del Poder Ejecutivo, varios organismos trabajan en el diseño de un programa de capacitación y asistencia a productores lecheros, con el fin de mejorar su eficiencia, elevando su productividad, generándoles mayores ingresos y afincándolos en el medio rural.
Los recursos del programa serán asignados a través del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) para capacitaciones y asistencia técnica en el sector lechero. Por otra parte, el Instituto Nacional del Cooperativismo (INACOP) participa junto a la Dirección General de Desarrollo Rural (DDGR) con fondos rotatorios para apoyar microcréditos para productores.
En una primera etapa se evaluaron estas herramientas y generaron fondos para potenciales apoyos. Luego se le solicitó al Instituto Nacional de la Leche (INALE) que coordine para que esos fondos lleguen a los productores.
“Estamos trabajando con esas instituciones para que esas capacitaciones se lleven a una asistencia técnica, y acompañamiento para mejorar la productividad, o generar cambios que hagan más eficientes los sistemas de producción. Además llegar con fondos que permitan invertir para lograr esos objetivos”, dijo en entrevista con Agronegocios Sarandí el gerente del INALE, ingeniero agrónomo Gabriel Bagnato.
El experto consideró que en este momento el financiamiento es muy importante para el sector, porque el endeudamiento que se generó en la crisis fue muy complejo, y era necesario diferir parte de los pagos para responder a ese endeudamiento, que no fue productivo sino para cubrir el déficit entre el bajo precio y los altos costos de producción.
Otro aspecto en el que INALE venía trabajando es la brecha tecnológica importante que existe entre los diferentes productores lecheros. Hay quienes producen 3.000 litros de leche por hectárea y otros que producen 7.000 u 8.000 litros. El objetivo de este proyecto es ayudar a que muchos de estos productores puedan incorporar tecnología para aumentar su producción. “Eso le dará más robustez a toda la producción y además calidad de vida, para que la gente pueda seguir en el campo”, consideró Bagnato.
Adelantó que probablemente se firme un convenio en los próximos meses, para seguir con este plan, trabajando en extensión a gente que probablemente esté asesorada pero no con la intensidad y frecuencia necesarias.
Este proyecto si bien no excluye a los queseros artesanales, apunta básicamente a una población de productores remitentes. INALE está trabajando en un proyecto que atiende específicamente al sector de la quesería artesanal.
Cuando INALE hizo una encuesta a nivel nacional, analizando casos de 350 productores, la cifra de luego aumentó, se observó que en general la lechería se ve como un sector con buena incorporación de tecnología.
Pero al separar el resultado por quintiles, se observó que sólo los dos quintiles más productivos -el 40% de la población- eran los que tenían asistencia técnica continua y podían incorporar tecnología, metodologías y prácticas de manejo. Pero el restante 60% no tenía esa oportunidad, por sus dimensiones, por la posibilidad de pagarle a un técnico, y también por decisiones de los propios productores.
De todos modos hay quienes están dispuestos a recibir ese asesoramiento y a incorporar tecnología, para llegar a otro nivel de productividad. “Ahí hay que trabajar para destinar estos recursos”, sostuvo Bagnato.