Tiene encerrados 10.000 vacunos desde el mes de noviembre y no cuenta con la habilitación ambiental para la protección de la cuenca del río Santa Lucía.

La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) sancionará a una concentración de ganados ubicada a unos 5 kilómetros de la ciudad de Florida, donde hay encerrados 10.000 vacunos desde el mes de noviembre, sin la habilitación ambiental exigida po el Plan de Acción para la Protección de la Cuenca del Río Santa Lucía, informó este lunes La Diaria.

Productores vecinos de la zona denunciaron que la concentración generó una contaminación severa en la cañada Berrondo, cauce que a unos cinco kilómetros de allí desemboca en el lago de Paso Severino.

El predio está ubicado dentro del establecimiento Lomas del Pintado, de propiedad del empresario Ruben Urchitano, informa La Diaria. Allí Urchitano solía concentrar el ganado Holando para exportarlo a China, pero luego de que los negocios se interrumpieran comenzó a vender el servicio de cuarentena a otras empresas exportadoras de ganado en pie, en este caso de razas carniceras.

Los 10.000 animales que se encuentran en el predio corresponden a una exportación de Portimor SA, sucursal uruguaya de la empresa Wellard, de origen australiano y presente en más de 15 países. Los animales ingresaron en noviembre para irse en diciembre, pero el negocio se trabó y los animales llevan más de cuatro meses en el lugar.

Fuentes cercanas a la empresa aseguraron que el predio cuenta con un sistema de reutilización de los sólidos y líquidos que deponen los animales: son contenidos -al menos de acuerdo con la previsión técnica- por tres taipas, para luego ser absorbidos por separado para fertilizar cultivos.

El sistema, enfatizó la fuente, no tiene previsto ningún tipo de vertido en cauces. En el último año, subrayó, se han hecho inversiones que rondan los US$ 200.000 para el tratamiento de los efluentes.

El estado de la cañada, no obstante, hace pensar que “pudo haber habido algún desborde [de alguna de las taipas] en febrero, cuando hubo un ciclón extratropical y llovió mucho en poco tiempo”, admitió la fuente, que trasladó la hipótesis que maneja la empresa. Que hayan pasado prácticamente dos meses desde aquel evento (el ciclón extratropical fue a comienzos de febrero) y que la cañada no esté estancada, sino en corriente constante, son hechos que hacen pensar a los productores vecinos que el vertido a la cañada no ha sido sólo producto de aquellas lluvias. Incluso la situación los llevó a plantear una denuncia ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y la Intendencia Departamental de Florida (IDF) en enero, ya que comenzaron a verse obligados a alejar a sus animales de la cañada, en la que siempre han abrevado.

El tono de los testimonios, tanto de Rodríguez como de Santarcieri, pese a la gravedad de la denuncia, no es de indignación visible. Los consultados cuentan, pero lo hacen como si narraran cualquier evento cotidiano. De hecho, aclaran que la relación con el empresario vecino “siempre ha sido buena”. Santarcieri enfatiza, incluso: “Yo no tengo ninguna intención, absolutamente ninguna, de que eso se cierre. De ninguna manera. Yo soy ganadero y no puedo querer eso. Sólo se trata de que [el cuarentenario] no nos perjudique”.

La inspección que la Dinama llevó a cabo el jueves 30 confirmó que el establecimiento nunca tramitó la habilitación ambiental, que es obligatoria desde 2014, surgida del Plan de acción para la protección de la calidad ambiental y la disponibilidad de las fuentes de agua potable en la cuenca del río Santa Lucía, el mismo plan que obligó a alambrar el lago de Paso Severino y a que los tambos cuenten con un sistema de tratamiento de efluentes habilitado.

Primero, el proceso del cumplimiento del plan suspendió la autorización de nuevos emprendimientos de encierro de ganado para engorde u otros fines en la cuenca hidrográfica del río, así como la ampliación de los ya existentes.

En junio de 2014, luego de más de seis meses dedicados a la elaboración de una nueva reglamentación ambiental, se rubricó el decreto 162/14, que establece la obligatoriedad de la solicitud de autorización de desagüe, así como del estudio ambiental “sometido a autorización especial” en el caso de establecimientos con capacidad para más de 5.000 animales que ya estaban instalados y operando antes de la aprobación del plan. El plazo para tramitar las habilitaciones venció en 2014.

La ficha de seguimiento del plan de acción publicada en junio de 2015 incluye una foto satelital en la que se indica la ubicación de los establecimientos de estas características que tramitaron la habilitación. Allí se observa que seis de estos están dentro del territorio de Florida, pero ninguno está ubicado en la zona sur del departamento. En línea recta, Lomas del Pintado se encuentra a menos de cuatro kilómetros del sitio en el que la cañada Berrondo desemboca en el Santa Lucía chico, en un punto en el que el río comienza a salir de su cauce original, producto del embalse de Paso Severino.

Según distintas fuentes consultadas, no contar con la habilitación ambiental se considera una falta grave e implica, de acuerdo con lo que señala el decreto 162/14, una multa de entre 100 y 5.000 unidades reajustables, es decir, de entre $ 98.400 y $ 4,920 millones.

Fuente: Emilio Martínez Muracciole/La Diaria

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