Entre 2006 y 2016, la formalidad del empleo rural creció de 64 % a 66 % y el salario real 26 %. El objetivo es que el recambio generacional esté capacitado con la adopción de tecnologías, para lo cual el sistema educativo dispone de 98 carreras. Eso muestra que el sistema educativo formal y no formal reaccionaron a las transformaciones laborales, opinó la Oficina de Planificación y Políticas Agropecuarias (Opypa), del ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), según difundió el portal de Presidencia de la República.

La actividad agropecuaria pasó de emplear 151.044 personas en 2006, equivalentes a 10,8 % del total de trabajadores de entonces, a 135.535 el año pasado, es decir 8,23 % de la plantilla laboral del país. En esa misma comparación, el ingreso líquido laboral por hora aumentó 26 % a valores constantes con el fin de obtener el incremento real, destaca el informe elaborado por la Opypa, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

El año con más fuentes laborales abiertas fue 2011, con 174.991 personas, añade este estudio. La cantidad de trabajadores dependientes que aportan a la seguridad social varió de 93.210 en 2005 a 90.439 en 2016, lo cual representa una disminución de 3 % en la cantidad total, cifra que refleja la disminución del empleo en el sector.

En la conferencia de prensa realizada este miércoles 27 en el Ministerio de Ganadería, la técnica María Noel Ackermann, de Opypa, informó que los subsectores forestales y los servicios asociados al agro fueron los de mayor demanda, mientras que ganadería y hortifruticultura fue en los que más descendió la ocupación.

Sostuvo que el desafío del sector rural es que el recambio generacional esté alineado a los adelantos tecnológicos. Recordó que dos de cada tres trabajadores rurales solo tiene primaria completa como máximo logro educativo. “La fuerza laboral actual no cuenta con la calificación adecuada para el desarrollo que va a tener en el futuro”, advirtió.

Por su parte, la técnica Ángela Cortelezzi, también de Opypa, subrayó que en la última década se duplicó la matriculación en cursos relacionados con la tecnología, mientras que la inscripción general en liceos se mantiene estable. “Eso daría la pauta que el sistema educativo formal y no formal están reaccionando a los cambios mostrados en el mercado laboral”, afirmó.

Existen al menos 98 carreras de grado, licenciaturas, tecnicaturas y posgrados a nivel terciario, público y privado, que descentralizaron las opciones en gestión empresarial, ingeniería, agronomía, salud animal o vegetal, biotecnología, logística, transporte, inocuidad alimentaria, manejo de semillas, cambio climático.

En tanto, la educación no formal brinda más de 900 actividades en diversas áreas, que ayudan a capacitar estudiantes y profesionales por parte del Ministerio de Ganadería y los institutos nacionales de Carnes, de Investigación Agropecuaria, de Semillas, de la Leche, de Colonización, Plan Agropecuario.

El trabajo completo será publicado en el anuario de Opypa, sobre fin de año.

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