Un solo dron puede monitorear más de 1.000 hectáreas en menos de una hora, evaluando condiciones del terreno y detectando plagas. El 90% corresponde a la marca DJI, según datos de la Asociación Uruguaya de Drones (AUD).
El 30 de marzo, en el marco de Oportunidades en el aire, el LATU recibió a expositores uruguayos y extranjeros que abordaron las últimas tendencias en el uso de drones. El enfoque del evento, organizado por el Proyecto de Internacionalización de Especialización Productiva (PIEP) del Ministerio de Industria, Energía y Minería, se centró en sus aplicaciones en la trama productiva y de negocios.
Manuel Martínez, de DJI, quien estuvo invitado como expositor, destacó a Uruguay como el primer país del mundo que, desde el gobierno, incentiva el uso de la tecnología en la industria. Este año el PIEP impulsa esta innovación con una inversión de hasta US$ 100 mil.
Los ojos en el cielo uruguayo se utilizan para muchas cosas. A modo de síntesis, estos han cambiado el concepto de agricultura. Mucho más barato que un helicóptero, un solo dron puede monitorear más de 1.000 hectáreas en menos de una hora, evaluando condiciones del terreno y detectando plagas.
También se usan para controlar incendios y relevamiento rápido ante catástrofes. El tornado de Dolores, que ocurrió en abril de 2016, es el caso más memorable, cuando los drones policiales de la Unidad Nacional de Vehículos Aéreos No Tripulados (Unavant) del Ministerio del Interior, mapearon la ciudad, capturando imágenes que además de mostrar el volumen de los destrozos, aportaron información sustancial al operativo de seguridad.
La Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) es quien regula el espacio aéreo en Uruguay y está vigente la Resolución n° 291/2014. Según esta, no se puede volar: encima de una concentración de personas, en áreas prohibidas y restringidas y muy especialmente en zonas de tráfico de aeropuertos o aeródromos. Tampoco se permite transportar pasajeros y realizar operaciones internacionales.
Ricardo Aguerre, de la empresa de filmación aérea Koptercam, recordó una época en la que se trabajaba sin permisos. Fue en 2014 que entró en vigencia la resolución, «de un día para el otro», compartió con Cromo. «La propia Dinacia no tenía muy claro qué pedirnos. Nos llevó un buen tiempo registrar la empresa y sacar las licencias», dijo.
Al entender que los drones llegaron para quedarse, la Dinacia puso manos a la obra y esbozó reglas básicas para esta actividad: separó los fines recreativos de los comerciales y estableció tres tipos de drones: menores (de hasta 25 kilos), medianos (de entre 25 y 260 kilos) y mayores (de más de 260 kilos).
Para las actividades recreativas, los drones menores no requieren registro ni licencia, pero los medianos tienen que inscribirse ante la Dirección de Seguridad Operacional y además sacar el Permiso de Operador de Dispositivo Aéreo Operado a Distancia (DAOD). En cuanto a los mayores, son consideradas aeronaves y para volarlas se precisa licencia aeronáutica. De todos modos, aunque se respeten todas estas indicaciones, los drones recreativos tienen que mantenerse lejos de las zonas pobladas, y pueden volar solo sobre playas desiertas y campos.
Para fines comerciales, como en la empresa de Aguerre, se requiere un permiso de trabajo aéreo, además de un seguro de responsabilidad civil o seguro aeronáutico. Y todos, sin excepción, deben obtener el Permiso de Operador de DAOD.
En cuanto a las áreas restringidas, por ejemplo, no se puede sobrevolar ni cárceles ni plantas de combustible ni la estancia presidencial en Anchorena. Por otro lado, el lago Rincón del Bonete puede convertirse en un destino peligroso, porque allí la Fuerza Aérea efectúa –sin previo aviso– prácticas de tiro.
En Montevideo, se prohíbe que cualquier aeronave, tripulada o no, se acerque más de un kilómetro al edificio de Presidencia de la República, ubicado en la zona más céntrica. Esto abarca toda la Ciudad Vieja hasta la Intendencia. «Para volar ahí, hay que pedir un permiso especial mismo a la Presidencia», explicó Aguerre.
Fuente: www.cromo.com.uy
Foto: Diariomotor.com