El Comité de Gestión del sector lácteo europeo está analizando la posibilidad de realizar ventas quincenales y no mensuales, como hasta el momento, para apurar la salida del enorme stock de leche en polvo con la que cuenta, ubicada en 375.701 tonelada. Por otro lado, a los productores lecheros del viejo continente los números le son cada vez más rojos.
Según se informa desde Bruselas, el resultado de la última subasta, realizada el pasado19 de abril, la colocación fue de 24.066 toneladas de un total ofrecido de 91.855, a un precio de 1.050 euros por tonelada, un valor ubicado casi 650 euros por debajo del precio de intervención.
Las autoridades europeas se mostraron conformes con el resultado de la subasta, más allá del valor y del porcentaje de venta. Es que precisamente en la suma de lo comercializado durante las 18 subastas anteriores, apenas se habían vendido, en total, 10.248 toneladas.
Mientras el Comité de Gestión decide si varía o no la periodicidad de los remates para tratar de salir del gran stock, ya anunciaron que la próxima subasta se desarrollará el 15 de mayo, con una oferta de 115.112 toneladas.
PRODUCTORES CON PÉRDIDAS
Por otro lado, los productores europeos están cada vez más desconformes con el valor que reciben por sus remisiones de leche, en la medida que obtienen pagos que están por debajo de sus costos.
Según la sectorial láctea European Milk Board (EMB), durante el mes de enero el precio de la leche sólo cubrió el 88% de los costes de los tamberos alemanes, por ejemplo.
Producir un litro de leche en Alemania costó ese mes 41,81 céntimos de euro por kilo, y la media recibida por los productores fue de36,75 céntimos, dejando un déficit de 12%, cuando en octubre del año pasado el mismo era del 2%.
Según EMB, la situación de que el precio recibido por el producto no cubra los costos de producción, se da también en otros países europeos.
Para el Observatorio Europeo del Mercado de la Leche, para marzo de 2018, el precio previsto para ser recibido por los tamberos fue de 35,50 céntimos de euro en Holanda, 34,22 céntimos en Francia y 31,97 céntimos en Bélgica, cuando en todos los casos los costos productivos están por encima de los 40 céntimos.