En 2017 la cooperativa perdió 93 productores lecheros, pero ingresaron otros 40 que hicieron que la caída no fuera tan significativa.

Durante el año 2017 Conaprole perdió 93 productores, pero ingresaron otros 40 -entre hijos de tamberos que comenzaron a producir con su nueva matrícula, y remitentes a otras industrias que cerraron-; el saldo en el volumen de leche recibido diariamente fue negativo en 100.000 litros, informó el vicepresidente de la cooperativa, Alejandro Pérez Viazzi, en entrevista con Agronegocios Sarandí.

Las dificultades que enfrenta el sector productivo se relaciona fundamentalmente con los altos costos, principalmente de la energía eléctrica, los combustibles y la mano de obra. Si bien los precios de los lácteos se han ido recuperando, ya pasaron cuatro años de la gran caída de los valores en el mercado internacional -ocurrida a principios de 2014-.

Antes de ese evento, los productores de la cooperativa habían creado un fondo anticíclico, o de estabilización, previendo una posible caída de los precios, lo que permitió que la baja del precio que recibían los productores no fuera tan abrupta. De todos modos ese fondo se terminó en un año.

Luego se aprobó el Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL), que le dio otro respaldo a los productores, pero los precios bajos continuaron.

Las dificultades que enfrenta el sector productivo se relaciona fundamentalmente con los altos costos, principalmente de la energía eléctrica, los combustibles y la mano de obra

El año 2017 fue malo en producción. “Estamos teniendo un agotamiento financiero de los productores, que no se han podido recuperar. Hay inversiones en tecnología e infraestructura, que es una permanente preocupación de la cooperativa, pero ahora todo el resultado se está transfiriendo a precios. Antes se lograban hacer ahorros o reliquidaciones al final del ejercicio, pero eso hoy no se puede hacer. Hay un esfuerzo de todo el grupo Conaprole, con Proleco apuntando a financiar a los productores, y con Prolesa ofreciendo insumos al mejor precio y mejores condiciones para la producción de leche”, señaló Pérez Viazzi.

El 23 de marzo Prolesa realizó una reliquidación de precios, premiando la fidelidad de los productores y devolviendo el superávit del resultado esperado del esperado del ejercicio, lo que ayuda a recomponer los números del mes de febrero, que tiene menos días de producción y cuando la mayoría del ganado está seco.

“Los productores tienen un agotamiento financiero del que no se han podido recuperar», reconoció Pérez Viazzi

Esa es otra inyección importante para el sector productivo. Esta vez fueron U$S 2,75 millones, repartidos proporcionalmente considerando las compras de cada productor.

También el área de productores tiene herramientas para la capacitación técnica, proyectos para apuntalar y ayudar a mejorar la gestión dentro del tambo, generando mayor eficiencia y mayor productividad, que es el diferencial que se persigue.

“La lechería es una explotación que requiere una reinversión permanente, y la cooperativa en función de sus socios está dispuesta a hacer todas las cosas que necesiten los productores. Independientemente del lugar donde vivan, del tipo de suelo, de la escala, hay situaciones y caminos que transitaron productores hacia una mayor eficiencia. Como en este rubro no competimos entre nosotros, existe este espíritu solidario, que se puedan compartir experiencias y ver cuáles son las estrategias de uso de recursos, para usarlos de la manera más eficiente e ir contribuyendo a un mejor margen”, destacó el vicepresidente de Conaprole.

Hay productores que, por más que tengan una buena gestión, la caída de precios los toma en medio de una inversión, en una apuesta al crecimiento, y eso hace que tengan mayores dificultades.

De todos modos reconoció que hay productores a los que esta caída de precios, por más que tengan una buena gestión, los toma en medio de una inversión, en una apuesta al crecimiento, y eso hace que tengan mayores dificultades.

También señaló la escala. La mitad de los productores de la cooperativa promedian 500 litros de leche diarios, y es difícil mantener a una familia con ese ingreso. “En el sector primario hay situaciones de enorme esfuerzo de productores familiares para poder sostener esas explotaciones”, admitió.

Remarcó que es por eso que la cooperativa realiza esfuerzos para facilitar las gestiones del tambo, gestiones administrativas, que cada vez son más. Señaló el tema medioambiental, el tratamiento de efluentes, la gestión de residuos, los planes de uso y manejo de los suelos. “En todos esos temas la cooperativa sigue desarrollando herramientas para asesorar al productor”, concluyó.

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