Las dificultades financieras del sector, que se arrastran hace ya tres años, impidieron que se realicen obras en la caminería interna, así como el recambio de cubiertas de los tractores y maquinaria, entre otras inversiones necesarias para continuar en actividad.

La crisis financiera que atraviesa el sector lechero, que se arrastra desde hace tres años, retrasó inversiones de mantenimiento de infraestructura, maquinaria y equipos para continuar desarrollando la actividad productiva.

El director de Conaprole, José Alpuin, dijo este martes a Agronegocios Sarandí que esto está ocurriendo y normalmente no se tiene en cuenta. Los bajos precios impiden que en los tambos se realicen esas inversiones que son necesarias para mantener la caminería interna, los levantes, el recambio de cubiertas de tractores, entre otras medidas que tienen costo y que debieron postergarse.

De todos modos destacó que los tamberos siguen adelante, sin bajar los brazos en las inversiones para seguir produciendo. Los productores levantaron más semilla de sorgo que el año pasado en Prolesa, lo que da la pauta de que se sembrará un área importante de ese cultivo que luego servirá de alimento para las vacas.

“La producción viene casi en un empate respecto al año pasado, que fue malo, pero el ganado está gordo, fuerte, y los productores están con las ganas de siempre, el tambero sabe que no se puede hacer la plancha, se invierte o se va para atrás y la ola lo pasa por arriba”, señaló.

Los productores levantaron más semilla de sorgo que el año pasado en Prolesa, lo que da la pauta de que se sembrará un área importante de ese cultivo

Alpuin recordó que desde agosto están faltando 2 o 3 litros de leche por vaca al día. Recordó que hasta el 15 de agosto las cifras de remisión eran récord para ese mes, pero luego empezó a llover mucho y la producción se fue a pique, llegando a niveles muy inferiores a los esperados.

Fue así que en setiembre se pasó a las cifras de 2012. “Se sintió mucho el exceso de agua, después se volvió una primavera fría, con heladas que se registraron hasta hace pocos días, con noches muy frías, los pastos se endurecieron y las praderas y alfalfas no vinieron con la fuerza esperada. Por eso ahora esperamos más sol y calor”, comentó el jerarca de la cooperativa.

En Conaprole creen que las remisiones no cambiarán mucho hasta el próximo otoño, “será casi lo mismo que el año pasado, esperamos un crecimiento a partir de marzo, con la parición otoñal, pero somos muy dependientes del clima. Si viene un invierno de mucha agua como el pasado no hay manera de recuperar la leche o aumentar la producción”, reconoció.

«El tambero sabe que no se puede hacer la plancha, se invierte o se va para atrás y la ola lo pasa por arriba”, señaló Alpuin

Pero por otra parte también señaló que habrá más ganado en producción, porque durante estos años no se pudo exportar ganado lechero en pie, y hay ganado “hasta en exceso, lo que es bueno porque esas vacas darán leche. El tambero está apostando y eso es positivo”, sostuvo.

Alpuin remarcó que la cooperativa está pagando lo más que puede por la leche a sus remitentes, entre US$ 0,32 y US$ 0,33 por litro, y con esos precios el productor está empatando, “no puede con la mochila que trae atrás”, afirmó.

Mientras tanto, en los tambos las máquinas siguen sembrando, enfardando, cortando pastos, realizando las tareas de siembra y de reservas, pero el clima también genera dificultades para estos trabajos. Hay muchos días nublados e incluso demoró en calentarse la tierra, “recién estamos llegando a la temperatura ideal de 20 ºc para sembrar”, señaló Alpuin.

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