Por cada animal se debe pagar en el entorno de US$ 100, lo que impide que se concrete un mayor volumen de acuerdos, señaló a Agronegocios Sarandí el criador de Texel doctor Norberto Paiva.
En los últimos años se desarrolló una importante corriente de negocios de ovinos de las razas carniceras Texel y Hampshire Down desde Uruguay hacia Paraguay. El criador de Texel doctor Norberto Paiva, director de la cabaña Rancho Grande, comentó a Agronegocios Sarandí que de no ser por los altos costos de exportación, se concretarían muchos más negocios.
“La transferencia genética que están haciendo hace cinco o seis años, tanto en Texel como en Hampshire Down, es muy grande. Además están llevando tecnología y pie de cría, animales cruza para poblar campos”, comentó el criador.
Paiva aseguró que si no fuera por los costos de exportación, que son del entorno de US$ 100 por animal, un monto considerado muy alto para los ovinos, “estoy convencido de que se exportaría 10 veces más”, afirmó.
Señaló que hay pedidos de varios camiones de pie de cría. “Ojala las autoridades sanitarias logren entender que los altos costos impiden hacer más negocios. Los fletes paraguayos son más competitivos que los uruguayos, y así logramos llevar más de lo que nos imaginábamos en un principio”, reconoció.
El crecimiento del rubro ovino en Paraguay
Paiva comentó que en Paraguay hay un mercado interno muy demandante de carne ovina, y no logran abastecer esa demanda. Indicó que acaba de inaugurarse un frigorífico ovino de alta tecnología, que vende en los supermercados cortes envasados al vacío, con muy buena presentación.
Dijo que Paraguay sueña con exportar carne ovina, hoy tiene problemas de volumen de producción pero opinó que en algún momento llegará a ese objetivo. Señaló que se nota calidad en la inversión humana y de capitales muy enfocados hacia el rubro ovino, empresas grandes que descubrieron en el ovino una posibilidad.
Además indicó que no tienen graves problemas sanitarios y están produciendo en predios chicos, a las afueras de Asunción, en regímenes de alta concentración, en semiestabulación.
También producen en zonas como El Chaco, donde hay limitantes como los depredadores. Allí no son los perros el problema, como en Uruguay, sino los pumas.
En Paraguay las razas ovinas están asociadas en la Asociación Paraguaya de Criadores de Ovinos (APCO), que tiene un equipo técnico muy fuerte, con asistencia y programas de desarrollo muy importantes para la producción, indicó Paiva.
Agregó que a nivel de municipalidades están organizando programas de cruzamiento, de mejoramiento y buenas prácticas de manejo ovino como sanidad, por ejemplo. Además, hay gran apoyo de parte del gobierno y de la banca privada, con financiamiento y bajas tasas de interés.
El criador uruguayo señaló que le llamó la atención la cantidad de jóvenes que está trabajando con la ovinocultura en Paraguay, desarrollando un gran proyecto de producción de carne.
La exposición
Tres reproductores Texel de pedigrí criados por cabaña Rancho Grande obtuvieron los tres principales premios de esa raza en la Expo Paraguay.
Gran Campeón, Reservado y Tercer Mejor macho fueron reproductores que nacieron en Uruguay y que en febrero de este año se vendieron a la cabaña paraguaya La Soñada, de Ignacio Callizo, firma expositora.
Callizo compró estos animales de Paiva en el remate denominado Más carne y Más lana, realizado en Tacuarembó.
“Pudimos competir de muy buena forma con genética importada de Nueva Zelanda, Argentina, Uruguay y también muy buenos animales paraguayos, logrando importantes triunfos, lo que nos dejó muy satisfechos”, comentó.
Durante la entrevista con Agronegocios Sarandí Paiva expresó que la exposición de Mariano Roque Alonso (Expo Paraguay) es “deslumbrante”, con un ruedo muy grande, lindo y con stands de gran calidad.
“Cuando uno vuelve a Asunción después de haber ido hace cinco años no encuentra la misma ciudad. Hay gran dinamismo y una pujanza brutal. El predio ferial está cada vez mejor, con la gran exuberancia que le da la noble madera paraguaya”, destacó.
Agregó que el galpón de ovinos cambió, se observa una marcada evolución de las razas de carne, con predominio de Santa Inés, una raza de pelo, muy adaptada a Paraguay. La segunda mayor raza es Texel, que se incorporó más recientemente al país, pero que se adaptó muy bien y se comporta de excelente forma.
“Texel se adapta tanto a la Patagonia, al clima muy frío, como a estas regiones más cálidas; y es capaz de reproducirse muy bien, con buenas tasas melliceras, y permite buscar el vigor híbrido en la carne”, afirmó el uruguayo.
Paiva señaló además que Paraguay tiene una raza Criolla, de lana gruesa, de muy mala conformación, y el trabajo de mejoramiento genético tiene que ser una acción de choque, algo que se está logrando al incorporar una raza carnicera como Texel.