En una ceremonia que se constituyó en una celebración, en Frigorífico San Jacinto se anunció formalmente el primer embarque de carne ovina con hueso hacia Estados Unidos, a partir de canales provenientes de corderos terminados en el compartimento de Cerro Colorado. Además de los dueños de casa, estuvieron la Embajadora de EE.UU. en Uruguay; el subsecretario del MGAP; y los presidentes de INAC y SUL, además de otras autoridades, técnicos y productores.

“Esto no se consigue sin compromiso de productores, instituciones, industria y Gobierno. Es un logro del frigorífico San Jacinto y la cadena cárnica a través de los compartimentos”, dijo el subsecretario de Ganadería, Enzo Benech, en la ceremonia de envío del primer embarque de 11 toneladas de carne ovina con hueso a Estados Unidos. La dinamización del sector permite que el criador triplique ganancias en comparación con 2013.

“Ver el contenedor que se va me llena de satisfacción, porque hemos dejado la vida en esto, pero lo logramos porque depende de toda la cadena cárnica y por la confianza que nos brinda Estados Unidos”, mencionó el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, en el primer embarque de 11 toneladas de carne ovina con hueso a Estados Unidos, proveniente del Frigorífico San Jacinto, en base a animales del compartimento de bioseguridad del Secretariado Uruguayo de la Lana, realizado este viernes 27.

La carne que ingresa a Estados Unidos producida en los compartimentos está identificada, examinada y certificada por profesionales sanitarios, además de separada del rodeo, y con trazababilidad, es decir, identificación y seguimiento del animal desde su gestación.

“Si nosotros no trabajamos duro, fuerte y con compromiso, no podemos estar llorando en la puerta de ese país para que nos abran el mercado. Tenemos que tener orejas grandes y brazos fuertes para trabajar. Tenemos que cuidarlo y seguir avanzando para que la gente siga produciendo, vendiendo y viviendo en el campo”, agregó.

“Uruguay sigue siendo libre de aftosa con vacunación y hemos sabido generar esta herramienta para diferenciar el producto. Apostamos al rubro ovino porque tiene historia en Uruguay, y si el negocio funciona, regresa esa historia”, expresó.

La dinamización del sector ovino, en que los compartimentos cumplen un rol preponderante, permite que el criador triplique las ganancias en comparación a las que recibía cinco años atrás. En esa instancia, Benech felicitó al frigorífico por la obtención del Premio Nacional de Calidad, lo que catalogó como una “excelente noticia” para la empresa y para el sector industrial.

En la oportunidad, San Jacinto envió las primeras 1.000 ovejas, mitad en carcasa y el resto enteras, cargamento que arribará el 20 de noviembre a la ciudad de Filadelfia. En tanto, el lunes 30 comenzará la faena de 500 más, que irán a la comunidad israelita en Nueva York, y, antes de fin de año, el frigorífico expedirá 1.500 reses nuevamente para Filadelfia, según indicó su director, Gastón Escayola.

Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Carnes, Federico Stanham, remarcó que todo proceso de mejora y apertura de mercado es “larga y penosa, pero termina con resultados efectivos”, sobre todo por el agregado de ciencia y tecnología en la investigación y producción y por la gestión del rubro ovino, conjuntamente con las políticas públicas impulsadas por el Gobierno.

Por otro lado, la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Kelly Keiderling, indicó que en el contenedor no viaja solo carne ovina con hueso, sino que también viajan décadas de desarrollo, de investigación, de tecnología, protocolos de sanidad animal, acuerdos firmados entre gobiernos y partes privadas y oportunidades de trabajo y empleo para los ciudadanos.

“Cuando llega la carne uruguaya, nuestras autoridades sanitarias confían en la calidad y seguridad en ellas”, sentenció la diplomática.

Gambetta del SUL, subsecretario Benech, embajadora Keiderling, Scayola de San Jacinto, Stanham de Inac y Fossati de Central Lanera tras salir de las cámaras del frigorífico

Las condiciones de la excepción que rige para estas exportaciones según con la normativa aprobada por Estados Unidos son:

La carne debe de provenir de corderos seleccionados que nunca fueron vacunados contra Fiebre Aftosa.

Los corderos seleccionados deben estar segregados de otros animales susceptibles a la fiebre aftosa en una instalación operada bajo las normas aprobadas por la autoridad sanitaria del Uruguay (DGSG/MGAP). A estos efectos deberán ingresar al predio luego de someterse a una prueba de detección serológica de la fiebre aftosa.

También deberán ser identificados individualmente de acuerdo al sistema nacional de trazabilidad, de manera de asegurarse que sólo los productos cárnicos de los corderos seleccionados son los que tendrán esta excepción sobre el requerimiento de deshosar.

Los corderos seleccionados y sus productos no deben mezclarse con otros animales en el centro de sacrificio.

Fuente: Presidencia de la República e INAC

 

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