“¿Si mañana se corta la exportación de ganado en pie la industria aseguraría que el ternero valga U$S 2,20 o U$S 2,15 (por kilo)? Seguramente no”, planteó el Ing. Agr. José Mesa, delegado de Comisión Nacional de Fomento Rural en la junta directiva del INAC.
El alto volumen de ganado que se está exportando en pie fue tema de debate en recientes reuniones de la junta directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), incluso una de ellas tuvo la presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ing. Agr. Enzo Benech.
Mientras los industriales comentaron su preocupación por la cantidad de ganado que sale del país sin pasar por la industria frigorífica, los productores defendieron enfáticamente ese mercado.
El Ing. Agr. José Mesa, delegado de Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) en INAC, dijo a Agronegocios Sarandí que “cualquier tipo de regulación parece un disparate. Queremos una economía abierta, y cuando nos afecta el bolsillo pedimos que el Estado interfiera. Si estamos en un libre mercado cada uno tiene que ajustarse el cinturón como corresponde. La exportación de ganado es un negocio interesante para el productor, que sirve, y tal vez haya que apuntar las baterías a producir más terneros”, comentó Mesa.
Además planteó: “¿si mañana se corta la exportación de ganado en pie la industria aseguraría que el ternero valga U$S 2,20 o U$S 2,15 (por kilo)? Seguramente no. El productor tiene derecho a elegir a quién le vende los terneros”.
Mesa señaló que a pesar de la exportación de ganado en pie los números de la faena se mantuvieron estables, porque la falta de novillos se compensó con una mayor faena de vaquillonas, carne que fue destinada tanto para el consumo interno como para la cuota 481 (Unión Europea).
El integrante de la CNFR opinó que el camino es buscar cómo producir más terneros y aumentar los indicadores productivos, produciendo mucha más carne. “No podemos seguir en el estancamiento de 25 años, produciendo 65 kilos de carne por hectárea, con 65% de destete. Hay que utilizar la tecnología disponible para mejorar los indicadores productivos”, planteó.
“Trabajamos con productores ganaderos que mejoraron sus números, con 75% u 80% de destete, mejorando los resultados económicos, lo que les permitió tener acceso a otras cosas que no tenían, como el agua, la luz eléctrica o un vehículo. En ese núcleo de productores pequeños y medianos hay mucho por hacer. Los cambios en establecimiento no cuestan tanto en dinero, en inversiones, sino en ordenarse. Las pasturas se terminan pero el conocimiento queda, y ahí está el camino”, concluyó.