Como desde hace una década, el Ing. Agr. Esteban Montes, del Instituto Plan Agropecuario, realiza a esta altura del año una proyección del stock vacuno, a la vez que estima lo que puede ocurrir con el rodeo ganadero, a partir de información que emana desde diferentes fuentes. El trabajo fue publicado en el último número de la revista de la institución, el que damos a conocer seguidamente.
Teniendo en cuenta los datos públicos que hoy tenemos, hay un aparente fortalecimiento de algunas tendencias que se venían dando desde hace algunos años, respecto al stock vacuno, el que se está volviendo más criador. También se observa que hay una incipiente respuesta de parte de los productores criadores a los valores que muestran los productos de la cría. Veremos algunos elementos que nos pueden dar algunas pistas al respecto.
LA EXTRACCIÓN
Hay que tener en cuenta que la faena total de vacunos continúa aumentando año a año desde 2013 y la tendencia se mantiene en los primeros tres meses de este año, comparada con los mismos meses del año pasado. Lo interesante es que mientras en los primeros años de este período (2013 al primer trimestre de este año) el impulso lo venía dando la faena de vientres, y a partir del año pasado y en este año “la posta” la tomaron los novillos.
El impulso inicial de este período fue dado por la faena de los vientres, siendo la faena de vacas adultas (8 y 6 dientes) la que más incidió, mientras que la de las vaquillonas prácticamente permaneció constante. En 2015 la faena de vaquillonas dio un salto importante y en 2016 continuó con esa tendencia. Al llegar al 2017 la faena de vacas adultas disminuyó respecto al 2016, mientras que la de vaquillonas continuó aumentando, logrando valores récord de más de 280 mil cabezas faenadas. Para los primeros tres meses de este año esa tendencia continúa.
Al llegar al 2017 la faena de vacas adultas disminuyó respecto al 2016, mientras que la de vaquillonas continuó aumentando, logrando valores récord de más de 280 mil cabezas faenadas
Todo hace pensar que la ganadería de vacunos de carne de nuestro país está saliendo del letargo que la llevó a tener faenas anuales inferiores, a los dos millones de cabezas y, si bien en principio lo hizo en base a vientres, hoy lo está haciendo en base a otras categorías y no con la máquina de producción (vacas de cría). Quizá podamos ver las vaquillonas que se faenan como posibles vientres productivos que no van a entrar al rodeo de cría, porque siempre en un rodeo hay animales que se descartan y la faena actual de vaquillonas es el 16% de las vaquillonas disponibles (1 a 2 y más de 2 años), siendo un porcentaje bajo.
Con la faena de novillos el comportamiento de las diferentes categorías es variable, pero se puede resumir en términos generales que el año pasado y el primer trimestre de este año hay mayor presencia de novillos grandes (8 y 6 dientes). Los novillos más jóvenes (2-4 dientes), que son un porcentaje importante en la faena total de novillos, recién en los primeros tres meses de este año muestran un aumento interesante. El negocio de la cuota 481 puede estar determinado esta tendencia.
A esto tenemos que sumar la dinámica de la exportación de ganado en pie, con un total de 353,346 cabezas en el año 2017 según datos del MGAP, de las cuales el 94% están registradas para engorde (terneros y novillos). Sumado a la faena del año pasado, la extracción se ubica en valores cercanos al 23%, lejos de guarismos como los que registra la ganadería de vacunos de Australia (mayores al 30%), por lo tanto nos queda mucho camino por recorrer.
la extracción se ubica en valores cercanos al 23%, lejos de guarismos como los que registra la ganadería de vacunos de Australia (mayores al 30%)
Quiere decir que la ganadería de vacunos de carne está aumentando paulatinamente la extracción en base a lo que produce (terneros, novillos y vientres de refugo) manteniendo la máquina de producción (vacas de cría).
SOSTENIBILIDAD DE LA SITUACIÓN
Hay dos análisis para hacer de la dinámica de la faena de vacunos, uno a corto plazo y otro a largo plazo.
En el primero se debe considerar los efectos del déficit hídrico que hubo en el verano y este comienzo de otoño. Las pasturas mejoradas tuvieron una disminución en su producción a raíz de la escasa humedad en el suelo que hubo y los campos naturales están con muy baja disponibilidad de forraje.
En general, hubo un ajuste de carga por parte de los productores ganaderos, que vendieron los animales gordos. Por algo la faena de los primeros meses fue muy alta, con registros superiores a las 50 mil reses semanales, en el periodo que va del 14 de febrero hasta el 28 de marzo (10 semanas). Situación que cambió a fines de marzo y hasta fines de abril cuando la faena se ubicó en valores del entorno a las 40 mil reses semanales.
la faena de los primeros meses del año fue muy alta, con registros superiores a las 50 mil reses semanales, en el periodo del 14 de febrero hasta el 28 de marzo (10 semanas)
Es probable que la faena de los meses de mayo y junio se ubique en valores por debajo de ese valor, básicamente porque las pasturas mejoradas no generaron la disponibilidad suficiente como para terminar ganado en gran parte del país.
Se supone que a partir de julio la oferta de forraje comience a ser diferente debido a la recuperación de las pasturas mejoradas y a lo que puedan aportar los verdeos sembrados este año (según datos relevados, se agotó la disponibilidad de semilla de verdeos en lugares como Tacuarembó, donde el déficit hídrico fue marcado). Hay que ver cómo responden estas pasturas, en qué grado fueron afectadas por las intensas lluvias de principios de mayo y sí son destinadas para terminar ganado o para salvataje.
El otro análisis es a largo plazo y para eso hay que saber cuáles serán las existencias. De acuerdo a los datos de faena y la exportación en pie que se vienen registrando, se podría esperar al 30 de junio del año en curso que el stock de novillos adultos (2 a 3 y más de 3 años) se ubique en valores históricamente bajos, en el orden del millón 200 mil cabezas. Con una faena similar a la que se viene registrando en estos últimos tiempos ya había descendido el stock de novillos adultos el año pasado y puede caer aún más este 30 de junio. Esta realidad es consecuencia de la baja cantidad de novillos nuevos declarados el año pasado, lo que fue consecuencia de los bajos ingresos de terneros al sistema de años anteriores.
se podría esperar al 30 de junio del año en curso que el stock de novillos adultos (2 a 3 y más de 3 años) se ubique en valores históricamente bajos, en el orden del millón 200 mil cabezas
Respecto a los novillos más jóvenes, que venían menguados por esos bajos ingresos de terneros, se espera que aumenten su número, pasando de menos de 1 millón de cabezas a superar esa cifra en cien mil reses durante este año. Por eso, como consecuencia de las pariciones que se dieron y considerando las cifras de exportación en pie, se podrá esperar que los novillos de 1 a 2 años lleguen a valores de 1 millón 200 mil cabezas.
Quiere decir que es esperable que este año haya un rejuvenecimiento de la escalera de invernada de machos y lo que continuará el año que viene, de continuarse con faenas actuales, de algo más de 1 millón 100 mil novillos. Esto demandará una mejor alimentación para poder terminar esos novillos con pesos para lograr los cortes de exportación.
LA EXTRACCIÓN Y LA CRÍA
La pregunta que siempre nos hacemos es ¿cuánto tiempo puede durar este proceso de faena de hembras de refugo sin resentir la máquina de producción? Como se mencionó anteriormente los niveles de faena actual era consecuencia del aumento de la faena de los novillos y vaquillonas y no por las vacas adultas. Esta situación adelanta lo que puede ocurrir, pero daremos algunos elementos más precisos.
De acuerdo a los datos que se mencionaron de faena de vientres, se puede considerar que los productores puedan estar reteniendo vientres ante el buen valor de los terneros al destete, ya sea para exportación como para recría e invernada. Por lo tanto es esperable que el número de vacas de cría se mantenga en valores similares a los del año pasado, o sea cercanos a los 4 millones 300 mil cabezas, que son valores históricamente altos.
es esperable que el número de vacas de cría se mantenga en valores similares a los del año pasado, o sea cercanos a los 4 millones 300 mil cabezas
Esta realidad de alta faena de vacas afectó el stock de vacas de invernada, que tuvo un descenso el año pasado y que posiblemente continúe con esa tendencia este año, lo que llevó a unas 430 mil reses el stock de esta categoría.
Esto es saludable ya que estamos manteniendo la cantidad de vacas de cría en valores históricamente altos y permitirá producir muchos terneros.
La faena de vaquillonas es la que está aumentando sostenidamente estos años, quizás como consecuencia de los negocios para la cuota 481, y es la que ha llevado la faena de vientres a valores cercanos a los máximos históricos. Esto tendrá como consecuencia el descenso del número de vaquillonas de más de 2 años a valores por debajo de las 500 mil reses, mientras que las de 1 a 2 años se ubicarán en el millón 100 mil cabezas. Como la mitad de las vaquillonas se entoran con 2 años, hay un stock importante de estas para reponer las vacas que salen de la cría y la faena.
Esta situación deja en evidencia la cantidad disponible de terneros. En general, los cálculos venían dando resultados acordes a las estimaciones, aplicando 10 puntos menos al porcentaje que todos los años surge del Taller de gestación que realiza INIA Treinta y Tres al stock de vacas de cría existentes el año anterior. El año pasado ese cálculo daba como resultado un stock de terneros de 2 millones y medio de cabezas aproximadamente, con un 60% de marcación (el dato del Taller del 2016 fue 70,6%).
Al haber buenos precios para el ternero, las vacas que fallan se vuelven a entorar en otro momento, en lugar de pasarlas a la invernada
Sin embargo la realidad fue diferente, hubo 2 millones 701 mil terneros declarados al 30 de junio de 2017, o sea un 64% sobre las vacas al 30 de junio de 2016. Posiblemente una producción de terneros en otro momento (pariciones de otoño) puedan estar explicando esta diferencia y es consecuencia de la apuesta que los productores están haciendo a la producción de terneros.
Al haber buenos precios del ternero, las vacas que fallan se vuelven a entorar en otro momento en lugar de pasarlas a la invernada. Esto va a provocar un desajuste con resultados difíciles de predecir y dificultando el cálculo de los terneros producidos.
Para este año, con el mismo cálculo que veníamos haciendo años anteriores (10% menos del 77.8% del Taller de diagnóstico de INIA) se llega a un stock de terneros al 30 de junio de 2018 de 2 millones 900 mil cabezas, lo que sería una cifra histórica para la ganadería de vacunos de carne de nuestro país.
De confirmarse esta cifra se estaría asegurando un abastecimiento de terneros suficiente para mantener el stock en los 11 millones 700 mil cabezas y abastecer la demanda de la invernada y la exportación en pie.