El compartimento ovino fue la herramienta sanitaria para poder volver a exportar animales a ese destino. 

La cabaña uruguaya La Lucha, de los hermanos Echeverría, concretó una exportación de genética Corriedale a Perú. Rubén Echeverría, uno de los principales del establecimiento ubicado en el departamento de Soriano, dijo en Agronegocios Sarandí que este hecho “nos llena de satisfacción y los animales ya están en su nueva cabaña”. 

El  expresidente de la Sociedad de Criadores de Corriedale del Uruguay (SCCU) y la Asociación Rural del Uruguay, comentó que el acuerdo se gestó en la Expo Prado, con un cabañero peruano vino especialmente a comprar algún reproductor uruguayo. 

“Creo que ya venía con la idea de la cabaña La Lucha, porque entabló una conversación con nosotros antes del Prado e hicimos esa venta en primer lugar. Estuvo un poco detenida por el tema sanitario”, ya que Uruguay es libre de fiebre aftosa con vacunación y “Perú había cerrado ese aspecto sanitario y no podían entrar animales”, comentó.

Echeverría recordó que “la última exportación había sido en 2013, con cuatro carneros, y al mes se cerró la exportación”. Y en noviembre Perú habilitó la posibilidad de que entren animales, con el compartimiento ovino, que Uruguay propuso para lograr entrar con carne ovina con hueso a Estados Unidos. Y destacó que esta herramienta ahora permite no solo exportar carne sino también animales en pie.

Los grandes campeones

Sobre los animales exportados, Echeverría recordó que en la primera exportación fueron un Gran Campeón Corriedale puro de origen (PO) de la Expo Prado, y el Tercer Mejor Macho Corriedale de pedigrí y un segundo premio de categoría, además de cuatro borregas y otros cuatro carneros. 

Y en esta oportunidad fueron tres carneros: uno de cuatro dientes, que fue el Gran Campeón de la Expo Nacional Ovina y Mejor Reproductor; y dos corderos que elegimos en la cabaña. También se exportaron la Gran Campeona en la Expo Durazno y la Gran Campeona de la Expo Rocha, además de otras cinco borregas elegidas en la cabaña. “En total fueron nueve animales: seis hembras y tres carneros”, señaló.

Echeverría destacó que “entre las dos exportaciones fueron 17 animales y los peruanos, que normalmente compraban animales en Nueva Zelanda, ahora vinieron a Uruguay”. 

Se espera que en estos días criadores peruanos visiten Uruguay, para recorrer cabañas antes de la próxima edición de la Expo Prado. 

Al mismo tiempo, el vínculo entre los criadores de ambos países se afianza, con criadores uruguayos (como Juan Echeverría, Mariano Rodríguez y Mauricio Menéndez, entre otros) que viajaron al país incaico para ser jurados en exposiciones. “Hay una corriente de avidez por el conocimiento de los cabañeros uruguayos”, dijo Rubén Echeverría.

El cabañero uruguayo destacó que las exposiciones en Perú “son muy grandes”, con la participación de 150 a 200 reproductores Corriedale, y allí “se pone de manifiesto lo que significa nuestro nivel” genético. 

Enfatizó que la SCCU “está trabajando muy bien desde hace décadas y este es el resultado”.

Millones de kilos de lanas en galpones

Con relación a la actualidad del mercado de la lana Corriedale, Echeverría señaló que “acá viene lana de admisión temporaria” y que “de repente se podía comprar un poco más lana acá y no comprar tanta lana de admisión temporaria que si se quiere tranca el negocio del Uruguay”. 

Comentó que “hay millones de kilos en los galpones y que los productores a esos precios bajos no venden. Sabemos que la situación es complicada, porque los mercados cambiaron y están buscando otra cosa. El tema de Perú es que ellos a la lana la vendían siempre a precios muy bajos (entorno de U$S 1 o U$S 1,50 por kilo), mientras que acá la vendíamos a buenos precios”.

Finalmente Echeverría dijo que “también como en Perú, acá se suma carne y lana pero creo que el precio que tiene el cordero pesado golpea mucho más al productor ovino que la lana”. 

“La lana es casi un subproducto y el impacto de rentabilidad fuerte está en la carne ovina”, sentenció. Sostuvo que el cordero pesado está valiendo “muy poca plata” y “desestimula a los productores”. 

“Por lo que tenemos entendido la tonelada de cordero pesado se está vendido arriba de U$S 5.000, es decir que hay margen para pagar un poco más y no desestimular a los productores ovinos del país”, concluyó.

 

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