La frase es de Francisco Donagaray, expresidente del CRILU, quien fue entrevistado por Agronegocios Sarandí junto al actual presidente del consorcio, Alfredo Fros.
“El sueño del pibe es lograr prendas hechas por productores uruguayos, que salgan de animales criados a cielo abierto, y que tengan las mejores calidades del mundo”, dijo en entrevista con Agronegocios Sarandí Francisco Donagaray, presidente del Consorcio Regional de Innovación en Lanas Ultrafinas (CRILU).
El actual presidente de la institución, Alfredo Fros, también participó de la entrevista y destacó que se lograron todos los objetivos que desde un principio se propuso el CRILU.
“Hoy el CRILU tiene el objetivo inicial de investigar y demostrar que se pueden producir esas lanas en Uruguay, a pesar de producir a cielo abierto y con condiciones climáticas muy desafiantes… en los últimos años tuvimos el desafío de las lluvias”, expresó.
Fros destacó que esas lanas llegaron a Europa, donde se confeccionaron prendas, y el CRILU realizó un seguimiento del hilado y de la elaboración de esas prendas.
Remarcó que Uruguay demostró que podía producir una lana de calidad óptima, con un promedio industrial superior al australiano.
Señaló que ya hay una cantidad grande de lotes de 17 a 19 micras, con muy buena calidad, que destacan en rendimiento al lavado, lanas muy sanas y con excelentes colores.
“Todavía nos faltan 4 años de consorcio, y haber logrado el objetivo nos permite mirar hacia adelante, para ver cómo nos preparamos, ver hacia dónde podemos ir. Tenemos un producto muy demandado, que no es un commoditie sino un specialty, que a nivel global tiene la mayor capacidad de desarrollo tecnológico, en diseño, confección o hilado. Es un producto con gran oportunidad de agregado de valor. En eso estamos ahora, buscando asesoramiento y consultorías”, informó Fros.
En INIA Glencoe se juntaron tres zafras del CRILU. “En su momento se habló del fardo de 14 micras, y hoy tenemos tres zafras que dan un promedio total de 15,4 micras (en 10.000 kilos). Las ovejas que dan esa lana pesan 50 kilos, los pesos de vellón son de entre 4,200 y 4,600 kilos”, remarcó el presidente del consorcio.
Donagaray expresó que siempre piensa en la alegría que le daría decirle a su abuelo o a su padre que ahora se vende la lana por micronaje, a través de una asociación con la industria.
El origen
El CRILU es un consorcio que surge a en la transición del proyecto Merino Fase I al Merino Fase II. Cuando se cumplieron 10 años de ese proyecto un grupo de productores vio la necesidad de empezar a afinar las lanas en Uruguay.
Ambos criadores destacaron la participaron del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y en especial del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), a través del ingeniero agrónomo Fabio Montossi.
Se seleccionaron borregas y se empezó a afinar la lana, a darles bien de comer y a trabajar con mediciones. El expresidente de la República, Jorge Batlle, fue quien brindó su apoyo para que se importara el equipo de medición Ofda, que permite medir los micronajes de las lanas en los bretes.
Se había puesto un plazo de 10 años para llegar al objetivo de 1 millón de kilos de lana por debajo de 20,5 micras, y se alcanzó en ocho años.
Actualmente hay en Uruguay lotes de lana de 15 micras y ya para los productores uruguayos de Merino Fino 18 micras es una finura común.