El investigador uruguayo se encuentra en Oceanía, en el marco de una cooperación en capacitación internacional entre la Universidad de Massey, NZIAHS e INIA.
Nueva Zelanda “está abocado a ser el líder en producción ganadera sin emisiones de carbono”, dijo en Agronegocios Sarandí el ingeniero agrónomo Fabio Montossi, Investigador principal referente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), quien se encuentra desde hace varios meses en aquel país.
Agregó que allí, a pesar de la reducción del número de animales, han mantenido el mismo volumen de producción de carne, y que “todos quieren reducir las emisiones de gases invernadero y disminuir todo lo vinculado a la contaminación por nitrógeno y uso de urea”, enfatizó.
Montossi se encuentra en la Universidad de Massey y en el Instituto de Nueva Zelanda en Agricultura y Horticultura (NZIAHS, por sus siglas en inglés), equivalente al INIA uruguayo. “En un marco de cooperación que tenemos los tres organismos, de capacitación, estuve participando por estos días en el Congreso de Producción Animal, que fue muy interesante”, comentó.
“Todos quieren reducir las emisiones de gases invernadero y disminuir todo lo vinculado a la contaminación por nitrógeno y uso de urea”
Señaló que “hace dos años seguidos que se vienen juntando el histórico Congreso de Producción de Pasturas con el de Producción Animal”, y ahora se incorporó una tercera institución, que es la Asociación de Agronomía de Nueva Zelanda. “La agenda es muy variada y de múltiple interés”, afirmó Montossi.
Señaló que otra de las características de ese encuentro es que en los dos primeros días se hacen visitas a los productores, para ver en los establecimientos los temas que están vinculados a la agenda del propio congreso.
Los principales temas de dicho congreso fueron: diversificación de pasturas, huella de carbono, uso eficiente de los nutrientes, eficiencia, ganadería y ambiente, y salud y bienestar animal”.
Nueva Zelanda quiere ser un país único
Montossi afirmó que “Nueva Zelanda se ha propuesto ir hacia producciones sin emisiones de carbono a 2050”, y que “no solo está cumpliendo con la agenda en el marco de los acuerdos iniciales de París, sino que quiere liderar todo el proceso y ser un país único”. “Si puede llegar antes del 2050 lo va a tratar de hacer”, afirmó.
“Las reducciones tienen aparejadas mejores eficiencias, a veces la reducción del número de animales no necesariamente termina con reducciones en el volumen total”
Agregó que esas intenciones “están impregnando la política pública, privada y la investigación”. Dentro de esas estrategias está el concepto de eficiencia, que involucra bajar la intensidad de las emisiones, es decir “menores emisiones por cada kilo de producto generado”. Montossi comentó que “esa es una manera de medirla, pero también importan las emisiones totales, más cuando un país se está poniendo una meta tan ambiciosa”.
El investigador destacó que “también hay que decir que esas reducciones tienen aparejadas mejores eficiencias, que a veces la reducción del número de animales no necesariamente termina con reducciones en el volumen total”. Comentó que “el mejor ejemplo de esto es el sector ovino, que en estos últimos 20 años perdió el 60%, y sin embargo está produciendo la misma cantidad de carne que lo que antes, aunque están con serios problemas de colocación de las lanas”.
Stock ganadero
Montossi comentó que en Nueva Zelanda “hay un cambio en la composición” del stock vacunos, porque “creció el stock lechero” y disminuyeron las existencias de ganado de razas carniceras, así como los ovinos.
De todos modos, puntualizó que en ese país están vinculadas las producciones ganadera y lechera. “Gran parte de los machos (de razas lecheras) son invernados y terminan siendo productores de carnes. Y por eficiencia reproductiva también hay hembras de descarte, vaquillonas, que terminan en la cadena cárnica”.
También comentó que “está muy difundida la reducción de la edad del entore”, y el uso no “solo de las cruzas de Angus con Hereford sino también de la genética Friesian con Holando, la genética Kiwi”.
Estrategia compartida
Con relación al vínculo y al relacionamiento público-privado en aquel país, Montossi comentó: “estoy con gente que trabaja para el gobierno, con gente que trabaja para el sector productivo y tengo la vinculación con los productores. Lo que puedo decir es que no importa en qué sector estés, hay una estrategia compartida de las grandes cooperativas como Fonterra, que tiene más del 90% del mercado. Todos quieren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y todo lo vinculado a la contaminación por nitrógeno y uso de urea”. Agregó que “puede haber algún matiz en la cantidad y la meta en el año”, pero “todos están de acuerdo”.
“Yo quería ver, entre otras cosas, todo el ambiente generado en un país que quiere liderar en esto y por supuesto que iba a haber tensiones, y así fue”
Señaló que se generó un gran debate entre el sector productivo y el gobierno saliente (recientemente asumieron otras autoridades con otra ideología) por propuestas de cobro de impuestos o no vinculado con las emisiones. “Eso estuvo impregnando fuertemente de política de los partidos y su agenda de gobierno, que fue presentada en distintos ámbitos. Yo quería ver, entre otras cosas, todo el ambiente generado en un país que quiere liderar en esto y por supuesto que iba a haber tensiones, y así fue”, comentó.
Montossi confirmó que “el gobierno saliente (del partido Laborista, de izquierda) era el más exigente con respecto a esto, y en los debates estaba claro que el partido que finalmente ganó, que es el Partido Nacional (conservador) en coalición con otros partidos, la agenda era mucho más laxa”.
“Ahora llegó el momento de pasar del discurso de campaña a lo que va a ocurrir en los próximos meses. Hay que acordarse de que en Nueva Zelanda hay un sistema de primer ministro, y para llegar al poder hay negociaciones”, indicó.
Líder de la agenda verde
La idea es poner a Nueva Zelanda como “líder de la agenda verde y esto ha impregnado a todos los sectores y acciones, como por ejemplo la investigación”, confirmó Montossi.
“Estoy participando de un experimento de largo plazo, como tenemos siete en INIA, donde la propuesta es salir del modelo tradicional dominado por el raigrás e incluir hasta 15 especies”, dijo.
“Es decir, una pastura mejorada, donde tenés más leguminosas en proporción, muchas que conocemos y a su vez distintos tipos de pasturas vinculadas con ambientes templados. Pero también pensando en las C4 tropicales, para incorporar diversidad y adaptaciones para el cambio climático. Esa es la esencia del campo natural, pero las pasturas nuestras están integradas por (trébol) blanco, Lotus, festucas. Es como volver a las raíces, en Nueva Zelanda el raigrás era dominante”, detalló.
Cooperativas maoríes
Finalmente, Montossi señaló que en Nueva Zelanda “hay un crecimiento enorme, un proceso de la sociedad, con un plan estratégico de fortalecer a las minorías maoríes, y hay una política muy fuerte que llega hasta el sector agropecuario con tierras que se les entregaron”.
“En este congreso fui a ver cooperativas maoríes que son muy interesantes. Son como 5.000 maoríes que están vinculados a la tierra, pero prácticamente ninguno de ellos vive de la producción sino de otra actividad”, comentó. Este nuevo modelo de producción en cooperativa está integrado por “encargados y representantes” de los maoríes.