El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, destacó el respaldo institucional que tiene el sistema de identificación individual de vacunos. Señaló que los presidentes de ARU y Federación Rural lo respaldaron

¿Qué opina sobre los cuestionamientos al sistema de trazabilidad?

Primero los cuestionamientos no provienen de ninguna institución. Son cuestionamientos personales. Tuve una reunión sobre el Plan Estratégico para el Rubro Ovino y tanto el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (Pablo Zerbino), como el presidente de la Federación Rural (Jorge Riani), comentaron que no había ningún cuestionamiento institucional a la trazabilidad.

Tenemos claro que es un activo que tiene Uruguay. Hay opiniones diferentes, hay quienes se preguntan ¿cuánto nos agrega la trazabilidad? Yo puedo decir ¿cuánto nos agrega la intermediación en la comercialización? Yo soy productor ganadero y le vendo directo a frigorífico, no pago una intermediación. Hay otros productores a los que les puede interesar tener un servicio de intermediación. Pero todo eso es opinable. Acá no vale lo que opina Tabaré Aguerre como productor o fulano de tal como consignatario o como productor.

Por suerte estamos en un país organizado, con instituciones serias, con un alto grado de articulación institucional, pero a la vez por suerte en un país donde cualquiera puede opinar lo que quiere.

Cuando uno anda por el mundo ve que los países que compiten con nosotros están haciendo el esfuerzo por tener un sistema de trazabilidad. Esa es la razón principal de tantas visitas, de pedidos de consultoría o de apoyo, algo que nosotros administramos muy bien porque le costó mucho dinero y trabajo a la parte oficial y a los productores.

Todos los que tenemos ganado alguna vez tuvimos problema con algún asterisco y dificultades cuando vamos a embarcar un ganado o moverlo de un campo a otro. Son las dificultades propias de tener un sistema que nos quita flexibilidad, pero es necesario tenerlo para diferenciarnos de algunos mercados.

Hay quienes dicen que no se necesita trazabilidad para vender carne. Para vender en Europa precisamos trazabilidad. El problema es que en Europa vendemos 30 o 35 kilos de carne de un animal, el resto se vende a otros países que no piden trazabilidad, pero esos 30 kilos que se venden a muy buenos precios están protocolizados con trazabilidad. Y como la trazabilidad no la puedo hacer solo sobre el lomo o la colita de cuadril, la tengo que hacer sobre el animal entero.

Necesitamos 300 mil novillos para hacer la cuota Hilton y 200 mil novillos para hacer la cuota 481, por lo tanto hay 500 mil animales de los 2 millones que se faenan que requieren sí o sí de la trazabilidad. Son los lugares que agregan más valor a nuestra producción.

Hay que entender que hay algunos pasos que pueden generar aparentes dificultades o complejidades, pero que son necesarios para avanzar, y la trazabilidad es una.

Si usted tiene la opción de vender a través de un intermediario o no, ¿no debería existir también la posibilidad de hacer trazabilidad o no?

La trazabilidad es un instrumento de soporte y respaldo a la política sanitaria, y la política sanitaria no puede ser opcional. Un país tiene o no tiene estatus sanitario. Uruguay es un país demasiado pequeño como para decir tengo este departamento con trazabilidad y este otro sin trazabilidad, o un departamento libre de aftosa y los otros no. La regionalización fue una herramienta que se utilizó para recuperar el estatus lo más rápidamente posible después de un episodio, pero después que logramos el estatus la trazabilidad es un elemento de soporte.

Pero creo que la trazabilidad de los procesos y de los productos no solamente tiene que ser un atributo de apoyo a la sanidad. Estoy convencido, como mucha gente, que hay mucha tela por cortar para que esta cadena se transforme en un elemento que nos permita diferenciarnos.

Tal vez algún día vendamos, comercio electrónico mediante, con la identificación de los animales. Se puede decir: eso es un bien de club que solo unos pocos productores lo pueden tener, y es cierto. Pero si estamos hablando de la sanidad no puede ser un bien de club, porque la sanidad es un bien público. Somos libres o no lo somos. Y más cuando hemos protocolizado nuestro acceso a mercados con condición sanitaria y con trazabilidad mediante, ya tenemos ese compromiso.

Habrá que ver cuánto valió esa decisión para haber obtenido la cuota 481, que tanto jugo nos dio, cinco años y medio antes que nuestro principal competidor en América Latina, que es Argentina o que es Brasil.

Hay que escuchar la opinión de un importante operador de carne de Estados Unidos, en el Congreso Mundial de la Carne realizado el año pasado en Uruguay, que comentaba sobre todas las gestiones que realizaron para ingresar a China y en la negociación apareció el tema de la trazabilidad. ¿Por qué Estados Unidos no tiene la trazabilidad que tiene Uruguay? No hay ninguna norma en la Organización Mundial de Comercio que establezca que para ingresar a un mercado hay que tener o no trazabilidad, pero en los hechos los trámites pueden ser más o menos rápidos, dependiendo de los argumentos o la voluntad política que los distintos países tengan.

Entiendo que es un tema opinable, pero estoy convencido que sería un muy mal paso dar marcha atrás con estos. El Instituto Plan Agropecuario dictó cursos para operadores, ya hay casi 3.000, y ahora hay que formar a los productores en el manejo de la trazabilidad. No para cumplir solo con los aspectos sanitarios, sino también con los aspectos de gestión interna, obtener otro beneficio del manejo de la trazabilidad.

Capaz que a los más veteranos, como los que estamos medio peleados con la computadora, nos cuesta un poco. Pero siempre tenemos a alguien que maneja estos temas de una forma mucho más fácil que nosotros. Este es el mundo de la digitalización de los procesos.

Las revoluciones productivas de los últimos 15 años pasaron por tres etapas. Primero se digitalizaron los datos. Hoy cualquier supermercado se maneja por código de barras o por código QR. El stock de un supermercado o de una fábrica se digitalizó y después se incorporaron los robots. Y hoy estamos en una etapa donde se digitalizan nuestras decisiones. Se puede acceder por ejemplo a un vehículo casi en tiempo real, a través de un celular, o como podemos ver que dentro de un minuto y medio pasa el ómnibus, nos cuestionamos mucho si tiene sentido tener el auto en el garaje o no.

El manejo de la información es algo que llegó para quedarse. Y un país que se destaca en el mundo por su producción ganadera tiene que incorporar la gestión de los procesos y de la información de una manera amena.

El sistema de digitalización que hoy está siendo utilizado como soporte exclusivamente por la parte sanitaria, pasará a tener en los próximos meses una digitalización y control informática de los controles que hacen los veterinarios privados, que son quienes certifican lo que va a faena o lo que está en campaña sanitaria.

Y las auditorías que nuestros servicios tienen que hacer sobre el trabajo de los profesionales veterinarios, de forma electrónica y en tiempo real, también será una forma de mejorar la gestión de nuestro proceso.

Cuando un vehículo de cualquiera de nuestras oficinas tiene un GPS y control de combustible digitalizado, y esa información se cruza con el reporte digital que el funcionario tendrá que hacer diariamente. Entonces cuando venga una auditoría de Japón o de Estados Unidos, por ejemplo, dejaremos de mostrarle la planilla de movimientos y el papel o la libreta negra.

¿Qué tiene que tener un potente sistema de certificación de calidad? La capacidad de demostrar con rapidez por qué ocurren los problemas, qué medida correctiva aplicar y qué replantear que eso vuelva a ocurrir. Nos pasó con el etión en Estados Unidos, y hubo un solo contenedor rechazado en miles. Si no tuviéramos la capacidad de manejo de información que tenemos probablemente no podríamos responder de esa forma. Y para Uruguay perder un mercado no es lo mismo que para Argentina o Brasil, porque Argentina exporta 5% de lo que produce y Brasil el 15%, mientras que Uruguay exporta 78% de su producción.

Es un sistema de exportación potente, que a un productor que es un problema y en realidad es una fortaleza.

¿La trazabilidad tiene que ser obligatoria?

Si no fuera obligatoria no se haría, y algunos optando por la posición más económica o compleja podría estar poniendo en riesgo al resto, de la misma forma que el productor que manejó mal los tiempos de espera con el etión le generó un montón de problemas a otros productores que habían hecho las cosas bien.

Ese es el otro paso que viene, el de la fármacovigilancia. Cuando alguien va hoy a una veterinaria y compra un garrapaticida se le pregunta a qué número de Dicose va. Eso se carga en el sistema de trazaibilidad y de fármacovigilancia, porque si luego aparece un problema esté disponible la información.

También fue cuestionado el protocolo de soja firmado con China

A alguien le puede parecer que es una debilidad, y es una fortaleza, porque si aparece un problema nos permite contactarnos con la autoridad sanitaria china y decirle que ese barco se cargó en tal silo y se produjo en tal chacra.

Nadie en el mundo discute en el mundo la trazabilidad de los procesos y de los productos. Uruguay que va primero en el mundo en este tema no debería estar discutiéndolo.

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