El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham, dijo a Agronegocios Sarandí que hay una gran oferta de cordero en ese país y que la industria local propuso que se realice un trabajo de diferenciación del producto uruguayo.
“No hay peor error que promocionar algo y luego no poder atender a ese mercado. Es algo sobre lo que se ha hablado mucho, hay mucha ansiedad, pero INAC tiene la obligación de hacer la promoción, en coordinación con los exportadores, para que esté ajustada al mercado”, comentó a Agronegocios Sarandí el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingeniero agrónomo Federico Stanham.
Este viernes Uruguay concretó la exportación de las primeras 11 toneladas de carne ovina con hueso a Estados Unidos, en un negocio realizado por frigorífico San Jacinto (Nirea SA). Los animales faenados fueron terminados en el compartimento sanitario del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), en Cerro Colorado, Florida.
Ese fue el mecanismo que se encontró para lograr la habilitación del país norteamericano para ese producto, que tiene prohibido el ingreso de carne con hueso proveniente de países que vacunen contra la fiebre aftosa.
El presidente de INAC había adelantado que a Nirea SA le interesaba diferenciar el producto uruguayo, porque hay mucha oferta de cordero en Estados Unidos, y era necesario buscarle un valor diferencial. Uno de ellos podría ser la certificación Never Ever 3, que asegura que esos animales nunca recibieron hormonas, antibióticos, ni subproductos animales. La carne vacuna uruguaya que se exporta a ese país ya cuenta con esa certificación.
Diferenciación de la carne uruguaya en los mercados
Stanham recordó que después de la crisis de la aftosa Uruguay fue el país que más rápido recuperó los mercados, respecto a los demás países del Mercosur. Agregó que en términos arancelarios no hay grandes diferencias con los competidores de la región, pero después está cómo hacer valer los atributos diferenciales, “eso es lo importante”, remarcó.
“En el tema sanitario hicimos muy bien las cosas desde la aparición de la fiebre aftosa, aún llevamos algunas ventajas, en Japón por ejemplo venimos primeros en la carrera, pero en el tema sanitario todos nos alcanzarán. En términos arancelarios no hay mucho para hacer de forma individual, y lo negociaremos todos juntos en el Mercosur; el partido hay que jugarlo en la diferenciación”, señaló.
Según el presidente del INAC en China hay un importante reconocimiento de la carne uruguaya, logro que se alcanzó sin más trabajo que el que realizaron los exportadores, con buen producto y buen servicio, que generaron una diferencia respecto a Brasil y Argentina.
“INAC tiene que ayudar a que esa diferencia se mantenga. El gran desafío en los demás mercados es trabajar cada vez más cerca del consumidor final, que los atributos diferenciales que nuestro producto tiene, algunos tangibles y otros de imagen o simbólicos que se construye con un relato sobre el producto, donde INAC tiene mucho por hacer”, reconoció.
Este año INAC puso en marcha su proyecto Focus, a través del cual puso a disposición de los exportadores su equipo técnico y recursos, para realizar acciones concretas de promoción en segmentos de mercado en diferentes países, llegando al consumidor final.
Informó que hay una planta que tiene el proyecto aprobado para realizar una promoción en la zona del Cantón Chino, que comenzará en noviembre. Se trata de un trabajo de degustación con referentes del área gastronómica y supermercados, para hacer conocer el producto uruguayo.
También está otro proyecto que es considerado en la junta directiva del instituto, que es para un determinado nicho en Estados Unidos, además de otros dos o tres que se están elaborando en el equipo técnico con las empresas, incluyendo países de Europa y otras acciones en China.
Mercados islámicos
Stanham comentó que Singapur es un gran desafío, porque si bien tiene fuerte influencia islámica, la mayoría de la población no tiene esa religión. Es un mercado que se puede trabajar y desarrollar sin la necesidad obligatoria de trabajar con rito islámico en la faena.
Pero sí lo sería el caso de otros países importantes del sudeste asiático como Indonesia y Malasia, por ejemplo. También hay movimiento en Medio Oriente, donde este año se volvieron a colocar cortes ovinos que hace un tiempo no se colocaban.
En el rito halal hay que separar los países islámicos de los no islámicos pero donde la comunidad islámica consume carne. Hoy Uruguay coloca su carne en países no islámicos como Estados Unidos y China, cortes que tienen esa certificación del Centro Islámico de Uruguay, que emite ese certificado tras comprobar que se cumplieron los protocolos.
Para dar el salto y querer abastecer a esos mercados hay que evaluar si el CIU cumple los requisitos de las autoridades religiosas de esos países, “algo que tenemos que revisar”, reconoció el presidente del INAC.
Pero el jerarca señaló que esos países generalmente quieren que su propia autoridad islámica, hay una para Malasia, otra para Indonesia y otra para Emiratos Árabes, realicen la certificación.
Puso el ejemplo de Malasia, que generalmente exige que la planta exportadora solo faene halal y no hagan otros tipos de faenas. Consideró que eso no sería un gran problema porque Australia tiene muchísimas plantas habilitadas 100% para halal, y que no necesariamente su producción va para el mercado islámico sino que también atienden con esa carne a otros mercados.