El director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ingeniero agrónomo PhD Fabio Montossi, dijo en entrevista con Agronegocios Sarandí que INIA no estaba mostrando lo que hacía y ahora se está trabajando con fuerza para cambiar eso.
“INIA no estaba mostrando lo que hacía. Estaban ocurriendo muchas cosas pero no se sabían; pero ahora estamos trabajando fuerte en hacer conocer nuestro trabajo. Eso es necesario porque es una función de INIA, la tecnología generada tiene que llegarle al productor; y porque el mundo requiere continuamente darle resultados a la sociedad, para que vea el retorno de su inversión en un instituto de investigación”, comentó durante una entrevista en Agronegocios Sarandí el director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ingeniero agrónomo PhD Fabio Montossi.
El jerarca también dijo que ahora INIA se evaluará de acuerdo a la satisfacción del cliente. “Tenemos un compromiso de trabajo con el Poder Ejecutivo y con los productores que aportan al INIA. Debemos evaluarnos por nuestros impactos, eso nos llevará a la fijación de metas, y a los indicadores clave de desempeño”, dijo.
Señaló que los destinatarios finales del trabajo son el sector público y productivo, quienes evaluarán al INIA, que luego podrá mostrarle a la sociedad si cumplió o no con sus objetivos.
“Hicimos un trabajo para saber cuánto recupera la sociedad por cada peso que invierte en INIA. El retorno está entre 16 y 20 pesos por cada peso invertido”, destacó.
Dijo que todos los años se conforman indicadores con las respuestas de los productores que validan o no si las tecnologías desarrolladas por INIA están funcionando; también realizan sus evaluaciones técnicos referentes; los organismos que ayudan a la cogobernanza del INIA a nivel regional, que son los Consejos Asesores Regionales; otro actor clave es la misma sociedad; además de la junta directiva integrada por el Poder Ejecutivo y gremiales de productores.
Montossi reconoció que muchas veces está la tentación de medir por la cantidad de actividad. “Puedo pensar que hacer 100 actividades con productores es mejor que hacer 80. No necesariamente es así. Lo importante es si el mensaje llegó o no, cuánto le sirvió al productor, qué se lleva para su casa, cómo lo aplica y cómo cambia productivamente la aplicación de esa tecnología. La tecnología de INIA debe ser validada en el terreno comercial”, sostuvo.
INIA ya tiene un sistema de evaluación de los investigadores, a través de determinados mecanismos: involucramiento, formación, capital humano, producción científica, producción tecnológica, transferencia de tecnología. Pero ahora lo que se propone es evaluar a toda la institución, hacia dónde quiere ir.
Montossi analizó que las características de Uruguay exigen que salga a vender su producción, y eso también ocurre con la investigación, “sobre todo en un momento clave, cuando la ciencia y la tecnología está cambiando la forma de vida de los seres humanos, la lógica del negocio y la geopolítica. Eso requiere de un INIA vinculado con los mejores centros de conocimiento del mundo, estando cerca de donde están ocurriendo las cosas”, comentó.