Mientras las condiciones del tiempo lo permiten, la cosecha de soja avanza en todo el país, estimándose por parte de las empresas que ya se ha levantado un 35% de la superficie total, y rendimientos que son sustancialmente mejores que los del año anterior. Por otra parte, los agricultores están sopesando qué harán en materia de cultivos de invierno. Por ahora, la certeza está en que bajarán las áreas dedicadas al trigo y a la cebada y que, por el contrario, mejorará la superficie que se le destinará a la colza.
El planteo con el trigo, de acuerdo a las estimaciones anunciadas por los técnicos de la oficina de la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos en Buenos Aires, que monitorea lo que acontece en ese país pero también en Paraguay y Uruguay, consideraron que en nuestro país se producirá una baja de entre 10 y 15% tanto en el área que se le dedicara al cereal, así como a la producción estimada.
En un reporte divulgado el viernes 21, la representación oficial estadounidense proyectó una superficie de 190.000 hectáreas, un área 13,7% inferior a las 220.000 hectáreas de la zafra anterior, y que sería la menor en la última década.
Las estimaciones del USDA en el medio local marcaron un rango entre 150.000-220.000 hectáreas. Con un rendimiento levemente inferior a la zafra anterior, la producción llegaría a 660.000/t, en una caída de 15,4%, señaló a su vez Monitor Agrícola, publicación uruguaya vía suscripción.
“La mayoría de los productores está muy desestimulado con el trigo en la medida que los márgenes son muy ajustados (o negativos en muchos casos) debido a los bajos precios a chacra”, indicó el reporte. Agregó el análisis que los actuales costos de producción exigen rendimientos –sin renta- cercanos al promedio nacional mientras que en campos alquilados se necesitan más de 4.500 kilos para ganar.
También las malterías estiman que sus planes de promoción requerirán menores cantidades de grano que en la zafra pasada, por lo que la superficie que le dedicarán los agricultores será sin duda menor a la de 2016.
Sin embargo un plan de ALUR tendiente a mejorar la compra de colza mediante contrato producida en unas 40 mil hectáreas, recibió ofertas de los productores para sembrar unas 75 mil, por lo que la empresa busca mercados alternativos para atender la intención de los agricultores.
Según Monitor Agrícola, el plan original tenía como referencia de precio el contrato mayo -8%. Ante el mayor ofrecimiento, la empresa lanzó un plan alternativo con la referencia de soja mayo -11% para así poder contemplar una intención de siembra que superó las expectativas iniciales.