Se trata de una apuesta de largo plazo, para la que INIA está haciendo contactos con la Academia de Ciencias Agrícolas de China; el mercado chino demanda 15 millones de toneladas de ese producto.

A través de un acuerdo con China, Uruguay apunta a desarrollar el cultivo de soja no transgénica, con el fin de llegar al consumo humano. Se quiere tratar de generar un producto diferenciado para un público que hoy no está siendo atendido por la oferta de variedades de semillas de Uruguay, dijo a Agronegocios Sarandí el director del Programa Nacional de Cultivos de Secano del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ingeniero agrónomo Sergio Ceretta.

El investigador reconoció que no será algo inmediato, pero la lógica es producir lo que ese mercado requiere, que es distinto a lo que ya se conoce.

Razonó que Uruguay ya prioriza la trazabilidad de algunos productos, como la carne o el arroz, y eso genera un intangible que se valoriza en el mercado. “Uruguay es un país confiable, con la capacidad de controlar lo que produce y garantizar la calidad de un producto que un mercado requiere”, subrayó.

Ceretta señaló que se están haciendo contactos con la Academia de Ciencias Agrícolas de China, para la colaboración científica  y el mejoramiento genético de soja.

Insistió que lo que sustenta este proyecto es un enfoque de diversificación del producto y tener acceso a otro mercado diferenciado, que no es el del grano tipo commoditie.

Se espera que accediendo a esos mercados también se acceda a un beneficio en los precios del grano. “Por eso apuntamos a desarrollar a esa colaboración, para llegar a una soja adaptada a Uruguay, pero que nos permita llegar a un grano de soja para la alimentación humana en China y en toda Asia”, remarcó.

Sostuvo que es un acuerdo que va bastante más allá del intercambio de germoplasma o acceso a diversidad genética. “China es el centro de diversidad de la soja, tiene otros componentes de mejoramiento, estudio de mercado, es bastante más amplio, y es una apuesta de largo plazo. Es algo que recién se está iniciando y esperamos la visita de científicos chinos a Uruguay a partir del próximo año”, indicó.

Aunque el volumen de demanda de este producto por parte del mercado chino es inferior al de la soja para alimentación animal, de todos modos es muy importante considerando la escala de Uruguay. China demanda 15 millones de toneladas de soja no transgénica al año, y el número es aún mayor si se consideran los demás países asiáticos.

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