Las frecuentes lluvias del último verano permitieron que los rendimientos del maíz sin regar sean muchos más altos que los de un año promedio. Los maíces de secano rindieron entre 7.000 y 8.000 kilos por hectárea y los sileros hasta 50.000 kilos de materia verde por hectárea.
Las lluvias del verano pasado, que ocurrieron en volúmenes y frecuencia que fueron bienvenidos por la mayor parte del sector agropecuario, permitieron elevar la productividad de los cultivos de secano. Los cultivos regados superaron apenas entre 15% y 20% a los que no recibieron riego, cuando generalmente hay una brecha del orden del 50%, destacó en entrevista con Agronegocios Sarandí el productor de la zona de Tarariras, Colonia, Darío Jorcin.
“Normalmente un maíz sin riego rinde 5.000 o 6.000 kilos por hectárea y con riego llega a cerca de 11.000 kilos; pero este año los maíces en secano anduvieron entre 7.000 y 8.000 kilos por hectárea”, remarcó.
Jorcin agregó que la cosecha de maíz también viene bien, empezó con grano húmedo y ahora se cosechan secos, con 15% a 20% de humedad. También se están ensilando maíces de segunda, porque los de primera ya se ensilaron, y el rendimiento es 30% o 40% superior al de un año normal.
El productor destacó que también fue muy elevada la productividad de los maíces para silo, que normalmente en la zona rinden entre 25.000 y 30.000 kilos por hectárea y este año hubo de hasta 50.000 kilos de materia verde por hectárea. “Así que las reservas para los tambos y para la ganadería están aseguradas”, destacó.