El Ing. Agr. Daniel Rubio, integrante de Regadores Unidos del Uruguay, sostuvo que si el área regada aumenta de 80.000 a 500.000 hectáreas, el PBI de la economía uruguaya aumentaría 7%.
El productor agrícola-ganadero del departamento de Soriano, Ing. Agr. Daniel Rubio, integrante de Regadores Unidos del Uruguay, sostuvo que se necesita una política de Estado en relación al riego. En un extenso diálogo con Agronegocios Sarandí, se refirió a la actual sequía y su impacto, a la importancia del riego y el futuro del agro, entre otros temas.
Subrayó que “estamos asistiendo a un año con una gran tasa de crecimiento de la economía, del 5%, pero todos sabemos que vamos a volver a los niveles de tendencia que son muy bajos, del 2 al 3%, y con esos niveles es muy difícil sacar gente de la pobreza que, es muy importante en el Uruguay”.
Reconoció que “hubo una gran contribución del Plan Forestal a dinamizar la economía” y planteó que “el riego es una alternativa para cambiar significativamente las tasas de crecimiento del Uruguay en su conjunto, y la del agro en particular”.
“Si aumentáramos a 500.000 hectáreas el área regada, podríamos estar hablando de subir 7% el PBI”
Se refirió a “un estudio que hicimos, con números muy generales, que permitiría decir que si aumentamos a 500.000 hectáreas el área regada, de las 80.000 que tenemos actualmente, podríamos estar hablando de subir 7% el producto (PBI); es un impacto enorme con una inversión que no es tan alta”.
Según Rubio esta probabilidad “está al alcance, en la medida que se establezca algún proyecto en el cual todo el Uruguay se embarque. Una política de Estado. En Uruguay se podrían regar 1,7 millones de hectáreas, de acuerdo a un estudio de la FAO. Se necesitan inversiones que están al alcance, si hay una política de Estado”, reiteró.
“Hoy hay una preocupación muy grande con la seca que tenderá a diluirse cuando llueva, por lo que me parece que tenemos que tomar las medidas para no tener ese serrucho que tenemos cada tres o cuatro años; más allá que todos los años hay déficit hídrico”, señaló.
“El riego no funciona solo cuando hay sequía, es rentable normalmente”
El productor subrayó que “el riego no funciona solo cuando hay sequía, es rentable normalmente, salvo en veranos muy llovedores. Sin hablar de los cambios climáticos en términos históricos. Nuestros suelos, en el mejor de los casos, pueden acumular el 25% del agua que consume el cultivo, el resto o viene del riego, de la lluvia o del acumulado de los dos. Entonces, es muy claro el beneficio general para el país tener una estrategia de riego”.
Ante la pregunta de ¿por qué no se hace?, Rubio dijo que “faltan varias cosas. Aisladamente Aguerre puso el tema sobre la mesa y ahora hay una ley que está sin reglamentar. Se generó una cantidad de discusión a favor y en contra, incluso dentro del propio gobierno, pero pasando en limpio hay algunas restricciones”.
Enumeró: “primero creo que la gente no está informada en general de los beneficios del riego, que son básicamente el incremento y la estabilidad de la producción; con incremento de costos naturalmente. Hay una aversión al riego y hay una visión de algunos, con cierta razón, que dicen que hay gente que ha comprado equipos y le ha ido mal. Es delicado el diseño de los proyectos de riego. Estos mal hechos te los comes toda la vida”.
“Hay conocimiento suficiente sobre riego, mucha información, que permite presupuestar y manejar los cultivos con bastante certeza”
Rubio valoró que “hay conocimiento suficiente a nivel de los Regadores Unidos del Uruguay, que ha ido generando, con el apoyo de la Facultad de Agronomía y del INIA, mucha información que permite presupuestar y manejar los cultivos con bastante certeza”.
“Creo que por ese lado están dadas las condiciones para generar un buen esquema de transmisión de información. Esta ley permite inversiones en represas más grandes. El tema acá son los predios chicos, que no tienen acceso a las inversiones. Estamos hablando de U$S 4.000 por hectárea”.
Rubio recordó que “cuando se empezaron a hacer los primeros proyectos de riego era increíble que gente que tenía una hectárea que valía U$S 700 hiciera una inversión de U$S 2.000. Hoy vale lo mismo o menos que la hectárea que se está regando”.
Las líneas de financiamiento
Indicó que “el otro tema es encontrar líneas de financiamiento que se adecuen al flujo de una inversión de riego. Estamos hablando de mínimo 10 años para predios que tengan tamaños relativamente grandes y hasta 20 años para los predios más chicos”.
Dijo que “después está la Comap, que es una palanca fenomenal, que prioriza razonablemente bien el riego, aunque podría priorizarlo aún más. Eso es algo importante, sobre todo en la medida en que se le ha alargado el plazo para lograr la exoneración. Antes era muy corto y un año estaba fuera de la posibilidad de capturar la exoneración. Hoy en día es el 65%, pero pueden hacerlo en 10 años”.
“Para los que realmente deciden regar hay una restricción muy importante con respecto a la energía eléctrica”
El productor señaló que quienes realmente deciden regar “tienen una restricción muy importante con respecto a la energía eléctrica. En ese sentido el país miró durante toda la vida hacia las ciudades y los sistemas de distribución de luz fueron a las ciudades. Entonces, cualquier pueblo chico del interior consume menos energía que un establecimiento que tenga cuatro pivotes grandes de riego, aunque parezca mentira”.
Agregó que “llevar esa energía significa inversiones muy importantes para la UTE, pero sobre todo lo que tenemos que lograr, en la medida que se quiera promover el riego, es que los planes de inversión de UTE se enfoquen hacia la distribución de energía, no tanto a generarla”.
Más facturación para UTE
“Más allá de todo lo que se diga de las fuentes renovables o no, lo importante es que parece haber un stock de energía. Este proyecto que yo decía de llevar a 500.000 hectáreas el riego, implicaría casi U$S 40 millones más de facturación para la UTE. Tiene un perfil interesante para amortizar las inversiones, pero son decisiones políticas”.
“Claramente no están dadas las condiciones para un crecimiento importante del riego con la situación actual de distribución de energía de la UTE”
Rubio reconoció que “más allá que la UTE ha estado muy abierta a generar soluciones, la pasas mal cuando tienen que llevar la corriente, es muy cara. Claramente no están dadas las condiciones para un crecimiento importante del riego con la situación actual de distribución de energía de la UTE”.
La dependencia del clima
Rubio señaló que “la explotación a cielo abierto tiene este tipo de cosas (dependencia de los temas climáticos), es por eso que hemos realizado inversiones relevantes en riego y las defendemos tanto”.
Sostuvo que “los maíces de riego van a dar resultados totalmente distintos, aunque capaz les falte (…) El que pudo regarse capaz rinda 15.000 kilos. Cuando hay problemas de sequía los precios suben y eso más o menos te compensa. Hoy me planteaba el escenario de no haber tenido nada de riego y hubiera sido mucho peor. No es un consuelo pero es así”.
“De no haber tenido nada de riego hubiera sido mucho peor”
Rubio comentó que el 20% de su predio cuenta con sistemas de riego, pero “cuando junte agua la tercera represa que se hizo, vamos a llegar a un 45%”, informó.
Por otra parte, comentó que “todavía tenemos expectativa de que la pérdida potencial en la soja no sea demasiado grande”.
Rubio destacó que la pasada zafra de invierno “fue muy buena” y permitió “una mejora en el flujo” en las empresas. Sostuvo que “el riego es un motor del sector agropecuario. Hoy en día hasta en la ciudad se habla del efecto de la sequía, porque más aquí o más allá el impacto de la pérdida pega claramente en el resto de la economía”.
El productor señaló que hay un trabajo muy interesante que se hizo a instancia de la Dirección de Estudios Agroeconómico de la ARU, que mostró valores mínimos de importancia del sector para el Producto Bruto Interno (PBI) de Uruguay, que era del 20%. “Pensamos que la metodología restringe las posibilidades de mostrar el potencial del agro, que pensamos no es menor al 30%; en todo caso en el interior es más del 40% del PBI”, aseguró.
“Todo el mundo habla de un país agropecuario, pero en la ciudad y algunos sectores está claro de que no se tiene esta conciencia”
Agregó que el agro “es el sector más importante de la economía. Arrastramos una visión muy ciudadana que, para mi, empieza a quebrarse en la década del 90, y se va haciendo cada vez más carne de la importancia del agronegocio. Todo el mundo habla de un país agropecuario, pero en la ciudad y algunos sectores está claro de que no se tiene esta conciencia”.
Rubio enfatizó que “hay más de 300.000 empleos y casi 20% del total de la economía corresponden al agro. Hay U$S 3.500 millones de masa salarial, se recaudan U$S 2.000 millones del agro por impuestos, contribución y otros”.