El líder comercial de Monsanto en Uruguay, ingeniero agrónomo Marcos Carrera, consideró que la discusión ideológica respecto a los transgénicos no tiene ningún estudio serio que hable de su impacto negativo. El ejecutivo se refirió además a las características de los eventos de maíz y soja de la compañía aprobados recientemente en Uruguay.
La discusión ideológica respecto a los organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos hoy no tiene ningún estudio que hable de un impacto negativo, comentó a Agronegocios Sarandí el ingeniero agrónomo Marcos Carrera, líder comercial de Monsanto en Uruguay.
Agregó que hace más de 20 años se consumen OGM y el mundo sigue avanzando. “Parece una discusión asincrónica con la realidad. Es válido tener una opinión diferente y lo respeto, lo que no me parece aceptable es frenar el progreso con esas decisiones”, agregó el ejecutivo respecto a la postura de los ministerios de Salud Pública (MSP) y de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medioambiente (Mvotma), que votaron en contra de la aprobación de nuevos materiales en el marco del Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBio).
De todos modos dicho gabinete, que también es integrado por los ministerios de Ganadería, Agricultura y pesca (MGAP), de Vivienda, Energía y Minería (MIEM) y de Relaciones Exteriores (MRE), autorizó por cuatro votos afirmativos nuevos eventos genéticamente modificados, cuatro de ellos en su carácter comercial, en una votación cuatro a dos.
Algunos de esos eventos estaban en trámite desde hace más de ocho años. En el caso de Monsanto se aprobaron dos productos, un maíz que estaba en trámite desde 2009 y una soja que hace tres años había solicitado su aprobación comercial.
Cuando el maíz se presentó en Uruguay, en 2009, también estaba en proceso de aprobación en otros países. Al año siguiente se aprobó en Argentina y en Estados Unidos, a los dos años en Paraguay y tres o cuatro años después en Brasil. Por lo tanto en Uruguay había un retraso tecnológico respecto a los demás países productores.
Carrera reconoció que uno de los temores de los representantes de algunos de los ministerios que no estuvieron de acuerdo con esta aprobación era qué podrían generar estos cultivos en los no transgénicos. “Esa es una vieja discusión, es un tema importante a tener en cuenta, pero frenar el progreso de todos por las decisiones de una minoría es un poco mezquino”, consideró.
“Está bueno y es muy productivo para el país que exista esa discusión, la contraposición de opiniones, pero finalmente se debe zanjar en base a información. No hay impactos en el riesgo y esta es la evaluación que debe hacer una comisión del riesgo en bioseguridad. Los ministerios que tuvieron una opinión contraria no tenían argumentos que iban por esos canales, entonces finalmente se tergiversa la discusión. Se discutió sobre paquetes tecnológicos y otras cosas que no hacen a la salud ni al medioambiente, entonces se embarra la cancha. No se habla de lo que hay que hablar y se priva al país y al sector productor, durante muchos años, de una herramienta que es muy valiosa”, dijo.
Intercambio entre diferentes compañías
Algunos de los productos aprobados llevan la sigla de Monsanto, aunque no le pertenecen a esa compañía, pero sí parte de la tecnología que componen a esos nuevos eventos. Un producto puede estar integrado por diferentes apilamientos de eventos en función de las necesidades de cada mercado.
Un ejemplo es Intacta para Sudamérica, que cuenta con resistencia a lepidópteros y tolerancia a glifosato, pero ese producto no se lanzó en Estados Unidos porque en aquel mercado no hay demanda de protección contra lepidópteros.
Carrera destacó que es muy interesante el intercambio y acuerdos entre empresas para producir apilamientos con mayor valor agregado para el productor. Es así que se verán eventos de diferentes empresas mezclados en un solo producto, y algunas de las empresas decidiendo lanzarlos en algunos mercados y en otros no.
“Son cosas que hace unos cinco años atrás no se veían y que son muy interesantes porque mejoran el valor para el productor. Eso es lo más interesante de las aprobaciones, liberar herramientas de valor para el productor, que estén disponibles para que cada uno decida cuáles incorporar y cuáles no”, expresó.
El nuevo maíz
El maíz de Monsanto aprobado recientemente es un apilado de tres eventos, uno con tolerancia al glifosato, otro con tolerancia a lepidópteros y otro a coleópteros. El principal valor de ese evento triple es su gran comportamiento ante spodoptera, el gusano cogollero, siendo uno de los que mejor se comporta frente a esa plaga.
El ataque del gusano cogollero es algo que se está sufriendo en esta zafra, porque hay una presión ampliada, dado que no hubo casi días normales de invierno y hay una presencia mucho más grande de insectos, y mucho más al sur de lo normal. Por eso se cree que se valorará más que nunca tener más herramientas para protección.
La nueva soja
La soja aprobada es una herramienta que también es muy demandada por el sector productor, por la problemática de enmalezamiento que existe en Uruguay, como el amarananthus o carnicera, malezas que son resistentes a glifosato, y es necesario empezar a hacer mezclas y rotación de principios activos, alternativas de manejo.
“Es un problema que está impactando en los costos de todos los productores agrícolas del país, en mayor o menor medida. Por eso tener una herramienta que baje los costos y mejore la competitividad es bien importante para el país. En estos días las gremiales agropecuarias plantean el problema de la competitividad, estas son herramientas para mejorar la competitividad, bajar costos, incrementar rendimientos. Sería un paso fundamental para atender esa demanda. Es necesario que esas herramientas estén disponibles, porque están alineadas con lo que reclaman los productores hoy”, dijo el líder comercial de Monsanto en Uruguay.
Pero por la fecha de la aprobación y el ciclo de esos cultivos, ninguna de las dos tecnologías estará disponible para esta campaña, ya que casi toda el área de maíz y soja está sembrada. Por lo tanto, el maíz se lanzará en la próxima zafra; y aún no está decidida la fecha de lanzamiento de la soja, ya que será parte de una estrategia comercial regional y además están evaluando sus variedades.