La resolución o el agravamiento del conflicto comercial entre Estados Unidos y China será determinante para una reacción del precio de la oleaginosa.

“Nuestro análisis es que la soja aún tiene un margen bajista antes de empezar la recuperación”, dijo a Agronegocios Sarandí el analista de mercados Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez.

Señaló que aunque China le aplique un arancel a Estados Unidos, eso no quiere decir que deje de comprarle soja, porque no puede prescindir de ese producto. “El mercado ya le puso precio al conflicto comercial, no creo que caiga mucho más; y esta debilidad no solo afecta a la soja sino también al maíz y al trigo”, expresó.

Opinó que este precio ya es muy extremo (este martes 3 la posición julio cerró a U$S 310 por tonelada en Chicago), así como lo fue el de U$S 400. Consideró que el mercado no debería estar convalidando esto y que el precio debería ubicarse más en el entorno de los U$S 350 que de los U$S 300 o U$S 400, pero para eso hay que darle condiciones al mercado.

Para Gutiérrez la caída del precio de la soja desde el punto de vista estrictamente técnico fue dramática, por fuera de cualquier factor razonable, y por lo tanto, se puede esperar un rebote a partir de las señales de solución del conflicto.

“La recuperación del precio no vendrá por el lado de los cultivos, que vienen excelentes, ni por las exportaciones, porque hay stock. El salvavidas es que se resuelva el conflicto, y ese día la soja puede subir 20 puntos, así como puede bajar 20 puntos si el conflicto se profundiza”, sostuvo.

Gutiérrez opinó que es poco probable que este conflicto termine en una guerra comercial abierta, porque “no le sirve a nadie”, y consideró que muy posiblemente se termine negociando.

“Preocupa que con cada semana la solución está cada vez más lejos. Hay que ver qué tan dispuestos están a desangrarse, porque Estados Unidos además se está peleando con todo aquel que sea su rival comercial. No podés pelearte con todos a la vez porque la disrupción en las cadenas comerciales es diferente”, planteó.

Agregó que “el sentido común le indica que esto se tiene que terminar arreglando, porque las economías de Estados Unidos y China ya están muy interconectadas. Me parece que la solución pasa más por quién da un paso atrás y tiene un gesto conciliador; aunque también es cierto que China intentó conciliar con Estados Unidos sin mucho éxito, mientras que Estados Unidos lejos de ablandar su retórica belicista la incrementó”.

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